Tras dimes y diretes acerca de la salida, sustento y presunto bloqueó por parte del parlamento venezolano, se dio a conocer que el Gobierno encabezado por Nicolás Maduro iniciará a la preventa de su criptomoneda, el Petro, a partir del 20 de febrero, con la finalidad de sortear los obstáculos que le impiden acceder al sistema financiero mundial indicó Reuters.
“Se podrá transar la moneda de forma segura y directa para evitar bloqueos y embargos” aseguró Maduro tras firmar el Papel Blanco de la moneda virtual, en este documento se enumeran las características y funcionamientos de la criptomoneda, sin dar mayores detalles del mecanismo de venta, informó la agencia.
De acuerdo con la fuente, una versión del White Paper recomendaba vender a partir de mediados del segundo mes del año un 38.4 por ciento de la cantidad total de Petros que estarán disponibles. Este porcentaje representaría un valor nominal de alrededor de 2 mil 300 millones de dólares. Al tiempo que otro 44 por ciento, entraría en circulación en el mes de marzo.
Asimismo, los encargados de supervisar la transacción del dinero virtual, señaló que esta se ofrecerá en una primera etapa en dólares o en otras criptomonedas y no en la divisa local, es decir, el bolivar.
La medida que tiene como principal función, reducir los problemas económicos de una nación que tiene una inflación del 2,616 por ciento, además de frenar la caída en su Producto Interno Bruto que durante 2017 registró un descenso del 15 por ciento; también es un acontecimiento político de cara a las elecciones que tendrá Venezuela.
Por lo que los movimientos a favor y en contra de la criptomoneda, así como en otras decisiones, marcarán, la situación económica, política y social del país sudamericano; de igual forma, buscar reducir los compromisos internacionales será un factor clave para que se de estabilidad al territorio.
Sin embargo, apostar por una tendencia como lo es el dinero digital tiene sus riesgos, ya que, a pesar de los elevados incrementos de valor que tienen las monedas, también presentan un alto margen de volatilidad, lo que, al tener un sustento tangible, puede afectar de manera directa su principal dividendo que es el petróleo.