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Este caso se suma a otras lamentables muertes como la de Maria Strydom, quien murió intentando escalar el monte Everest, para demostrar la fuerza de las personas que siguen esa dieta.
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Dentro de la comunidad de veganos, hemos visto varios desaciertos como los ocurridos Rawvana Vlogs.
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Un estimado de The guardian advierte que existen 79 millones de veganos en el mundo.
Sheila O’Leary es una consumidora vegana que junto a su esposo, Ryan Patrick O’Leary, provocaron la muerte del menor de sus hijo, debido a la dieta sin carne a la que lo sometieron.
Los hábitos veganos crecen cada vez más en el mercado, con casos como el de la famosa youtuber Rawvana Vlogs, quien fue exhibida en un video ingiriendo proteína animal, lo que llevó a la creyente de una dieta vegana a enfrentar una extenuante crisis de marca personal.
Como estos casos que han decepcionado por la polémica en que se han involucrado creyentes de la dieta vegana, también hemos visto situaciones que se salen de control, como ocurrió en 2016, cuando la entonces vegana Maria Strydom, murió al escalar el monte Everest, como prueba para demostrar la resistencia de las personas que siguen esa estricta dieta.
Hay una interesante proyección de cuántos consumidores en el mundo se sienten identificados con el veganismo y con base en la Statista Global Consumer Survey, solo uno por ciento de los mexicanos dijo seguir los preceptos de este régimen dietético, mientras que en países como la India, el nueve por ciento de su población dijo identificarse con esta tendencia.
Veganismo, rigor y malas experiencias
A pesar de que el veganismo sigue preceptos loables como el consumo de alimentos sin promover el maltrato animal, así como una ingesta de productos que se obtienen de la tierra, la filosofía tiene casos que recuerdan lo importante que es contar con la guía especializada de un nutriólogo, para lograr la mejor experiencia en ello.
El caso reportado de Sheila O’Leary es lamentable, por las implicaciones legales que enfrenta, al someter a sus hijos a la dieta vegana en la que creía, obligando a ver que existen ciertos hábitos que más allá de estar justificadas por convicciones personales, deben contar con la asesoría profesional para lograr un estilo de vida sano y no una condena de cadena perpetua, como ocurrió con O’Leary.
Otros casos mencionados como el de Maria Strydom, que buscó escalar el monte Everest para demostrar la fuerza que deja una dieta vegana, pero murió en su intento, confirman lo importante que se ha vuelto la difusión responsable de estilos de vida o cultura que motiva al consumidor a restringir alimentos o productos por sus creencias.
Con el caso de Rawvana, quien pasó de ser la mayor promotora del veganismo a una personalidad ampliamente criticada al ser captada comiendo proteína animal, patenta lo importante que se ha vuelto el veganismo no solo como ejercicio de marcas personales que intentan erigirse en este segmento promoviendo su práctica, sino como responsabilidad con la transparencia a la que obliga este estilo de vida, no solo con los productos crudos que se motivan comer, también con la asesoría profesional con la que se debe de contar en este tipo de dietas.
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