De cada 10 intentos de toma de sangre realizadas por un técnico laboratorista, en promedio llegan a salir mal entre 2 y 3 de ellas, lo cual implica que se debe volver a intentar, con el sufrimiento del paciente implícito.
Sin embargo, las equivocaciones parecen haber llegado a su fin con el Veebot, el primer robot flebotomista del mundo, el cual está construido sobre una plataforma tecnológica que anula por completo las equivocaciones.
Hecho publico por IEEE Spectrum, Veebot extrae la sangre más rápido y de forma más segura de lo que un ser humano puede.
El sistema sitúa el brazo del paciente en arco sobre una mesa acolchada y enseguida una banda inflable se estrecha alrededor del brazo, manteniéndolo en su lugar, restringe el flujo sanguíneo para que las venas sean más fáciles de ver. Una luz infrarroja ilumina la parte interna del codo para que una cámara con software de visión contra un modelo de la anatomía venosa, selecciona una vena probable. Luego la vena elegida se examina con ultrasonido para confirmar que es lo suficientemente grande y tiene suficiente flujo de sangre. Entonces, el robot alinea la aguja y se realiza la toma.
Todo el proceso tarda alrededor de un minuto, y lo único que el técnico tiene que hacer es conectar el tubo de ensayo apropiado o bolsa intravenosa. El nivel de eficiencia deseado traerá beneficios operativos y financieros para los hospitales y laboratorios de análisis clínicos que logren implementar esta tecnología.