La vacunación anti Covid parece avanzar en nuestro país, todavía no con la celeridad que se requiere, pero han llegado más lotes de vacunas y las maquinarias de vacunación de cada entidad se han ido afinando para hacerlo bien en el menor tiempo posible.

Como hemos insistido en esta columna, la labor logística es titánica, sobre todo porque las vacunas requieren de un cuidadoso manejo en cadena de frío. La de Pfizer-BioNTech, al menos, precisa de ultra refrigeración de -70 grados centígrados, pero hace tres semanas el fabricante envió un comunicado de prensa para afirmar que nuevos datos demuestran que su vacuna puede ser estable con condiciones de almacenamiento de entre -25 grados centígrados y -15 grados centígrados durante dos semanas, que es la temperatura de refrigeradores y congeladores más comunes, lo cual brinda una gran esperanza y tranquilidad.

En la Ciudad de México la experiencia de los adultos mayores, que es el grupo etáreo que se está vacunando a nivel general, ha sido mejor que aquellos primeros días donde tuvieron que estar largas horas de pie, bajo el sol y en condiciones paupérrimas que fueron denunciadas en medios y redes sociales por innumerables personas.

Sin embargo, la vacunación anti Covid en las diferentes alcaldías no ha estado exenta de problemas, como el agandalle de gente mayor que viene de otras demarcaciones en busca de la vacuna… No hay que ser, a todos tocará su vacuna, pero habrá que esperar el turno.

Pero las vivencias no son las mismas al interior del país, donde adultos mayores han reportado casos dignos de crónicas, como las de Oaxaca, donde muchas personas de la tercera edad tuvieron que esperar más de 24 horas para recibir la inoculación. Otros casos dignos de análisis son los de estados como Nuevo León y Tamaulipas, donde los lotes de las vacunas anti Covid “llegaron tibios”, es decir, no siguieron las medidas sanitarias de cadena de frío indicadas por los fabricantes, por lo cual dichos lotes se recibieron bajo protesta con el anuncio de que no se utilizarán en sus respectivas poblaciones. Veremos cómo continúa este proceso ahora que están llegando lotes más grandes de vacunas.

Un tema del que casi no se habla, la investigación clínica por contrato

Una figura que no se conoce mucho, pero que es muy importante por lo que hace y la repercusión social que tiene, a la cual habría darle que seguimiento sobre todo a partir de la pandemia de Covid-19, es la de la CRO, que son las siglas de Clinical Research Organization, o bien, Organización de Investigación por Contrato.

De hecho, en nuestro país existe cuando menos una asociación de las CROs, llamada ACROM, cuyo eslogan es “Alianza de CROS en México”, la cual existe desde 2010, justo un año después de la epidemia del H1N1.

¿Pero qué hace una CRO finalmente? Por lo regular, ofrece un portafolios de diversos servicios de gestión de estudios clínicos, sobre todo a la industria farmacéutica, pero también a otros ramos de las industrias de la salud, como la química, biotecnológica y dispositivos médicos, entre otros.

Por lo regular, cuando una empresa global necesita hacer estudios clínicos a nivel local, en este caso en México, acude a una CRO para llevarlo a cabo. Un ejemplo ahora son las farmacéuticas de todo el mundo que han llegado a nuestro país para hacer los protocolos de Fase 3 de las diferentes vacunas anti Covid en la población mexicana.

Así es, pero aunado a lo anterior, las CRO realizan una serie de tareas adicionales, como diversas responsabilidades técnicas y administrativas a nombre de la empresa que los contrató, es decir, el patrocinador del estudio, que suelen ser, por ejemplo, los fabricantes de medicamentos. Las CROs son, por ejemplo, un gestor ante la Comisión Federal para Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para diversos trámites, además de que arman los dossiers requeridos por la autoridad sanitaria.

En suma, existen diferentes tipos de CROs y diversos niveles de especialización, como áreas terapéuticas, fases de estudios clínicos, nivel de expertise, infraestructura y capital humano, entre otros. Sin querer parecernos a Perogrullo, la mejor CRO es la que que cubra sus expectativas en tiempo, forma y presupuesto. Desde aquí le daremos seguimiento a este interesante tema, el de investigación clínica por contrato.

Confirmado, las mujeres hacen más rentables a las empresas

Todos lo sospechábamos, pero un estudio de la consultora McKinsey que aplicó a 345 empresas de seis países latinoamericanos para examinar sus resultados financieros y la composición de sus comités ejecutivos por género, confirmó que las compañías con al menos una mujer en su Comité Ejecutivo tuvieron mejores resultados que aquellas donde sus comités solo estaban integradas por hombres.

Dicho análisis reveló un evidente vínculo entre la composición por género y la rentabilidad de las compañías encuestadas. En otras palabras, las empresas evaluadas por McKinsey presentaron una rentabilidad financiera (ROE) 44% mayor y una rentabilidad operativa un 47% más alta.

Un ejemplo de lo anterior está en la industria aseguradora en México, especialmente en AIG, donde tres altas ejecutivas de la firma -Paulette Montero, Karina Garrido, y Anette Robles- resaltan que cuando la Dirección General de la empresa requiere un punto de vista más integral o si necesita que algo se ejecute en tiempo y forma, siempre recurre al equipo femenino, “porque sabe que lo lograremos”.

Cada una de estas tres mujeres directivas, que cuentan con diferentes periodos de estancia al interior de su empresa, subrayan, desde sus respectivas trincheras, que han contribuido a lo largo de dos décadas, o incluso más, a la igualdad y equidad de género. Cada una ha podido demostrar que están en sus puestos por sus habilidades y capacidades y no por su género.

Pero esto que sucede en esta aseguradora ocurre también en la industria aseguradora en territorio nacional, donde el papel de la mujer ha crecido en este sector económico; de hecho, hoy se tiene por primera vez una presidenta mujer en la AMIS (Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros), Norma Alicia Rosas Rodríguez, pero evidentemente todavía hay mucho trabajo por hacer.

El botiquín

Aunque la curva de contagios de Covid-19 va a la baja en nuestro país, todavía no llegamos a los niveles que se tuvieron en septiembre de 2020. Este descenso en la gráfica se explica, en buena medida, porque la primavera se acerca inevitablemente y los fríos parecen haberse ido. Aun así, ya llevamos más de dos millones 170 mil casos confirmados de la nueva enfermedad, un millón 700 mil personas recuperadas y 195 mil lamentables fallecimientos. Por eso, ahora que reapareció, después de su convalecencia, nuestro polémico responsable de la pandemia, Hugo López-Gatell, es momento de recordar la importancia de no bajar la guardia, quedarse en casa si eso es posible, usar cubre nariz y boca si tenemos que salir, guardar la sana distancia y lavarse las manos todo el tiempo.