En redes sociales se ha vuelto común que los usuarios aparenten o muestren su mejor versión, el impulso nace de una necesidad inherente humana: la aprobación social. Al navegar por cualquier red social, el concepto de felicidad y éxito se muestra continuamente. La tendencia fue expuesta por una usuaria de LinkedIn, quien compartió su critica hacia la red social de profesionistas y la comparó con Instagram, red social perteneciente a Meta que en recientes meses se ha clasificado como “tóxica”, porque daña la salud mental de sus usuarios al exponer imágenes “ideales”.
Instagram y el lado oscuro de las redes sociales
Instagram se basa principalmente en compartir fotos, donde estereotipos de vida y belleza se encuentran presentes, pero ¿eso lo hace una red social dañina?
Hace un par de meses, The Wall Street Journal filtro investigaciones de Meta –en ese entonces Facebook– y expuso al mundo. En la información se reveló que la aplicación de Instagram es tóxica para sus usuarios, en especial para las mujeres jóvenes.
Dentro de la información filtrada se dice que el 32 por ciento de los adolescentes que sienten problemas con su cuerpo, al entrar a Instagram se sienten peor. La principal razón que genera alerta entre expertos es la comparación con imágenes “ideales” de los cuerpos, los cuales generan una deformación en la percepción de la realidad fuera de lo virtual con tantos filtros y modificaciones.
El informe “Status of Mind” de la Royal Society for Public Health afirma que las redes sociales utilizadas por adolescentes de entre 14 y 24 años de edad generan efectos negativos, ocasionando ansiedad, depresión, frustración y falta de sueño, y de estas, se expone, Instagram es la peor.
Hoy en día, el problema de la imagen “ideal” y estereotipada en Instagram genera baja autoestima, daña la salud mental, genera trastornos alimenticios e insatisfacción corporal.
¿LinkedIn se torna igual de tóxica que Instagram?
Desde la llegada de LinkedIn como una red social de profesional en 2002, su objetivo fue establecer conexiones entre empresas, trabajadores y usuarios con un perfil basado en el curriculum laborar para, posteriormente, ayudar a candidatos a encontrar trabajo y fomentar los contactos profesionales, indican datos de Statista.
Con su popularidad, los ingresos globales hasta 2020 ascendieron más de 8 mil millones de dólares.
Aunque en la red abunden profesionistas, la necesidad de aprobación y de muestra de éxito continua presente, ya no con imágenes ideales como en Instagram, sino con títulos, certificados y crecimiento profesional.
“LinkedIn me recuerda un poco a Instagram, todos mostrando sus súper éxitos y éstos, siendo vistos por personas a medio camino de triunfar”, dijo en su perfil Rocío Fuentes Escribano, Headhunter IT.
Con su crítica, invitó a sus conexiones y a los usuarios que vieron la publicación abierta para el público a mostrar los fracasos que han llevado a las personas a tener éxito, “con el fin de hacer que todas las personas que están a medio camino, sientan que cada día dan un pasito más”, añadió la Hedhunter IT.
No obstante, un artículo de BBC “Por qué el fracaso no es la clave del éxito como muchos defienden” dice que muchas veces el fracaso olvida las circunstancias sociales y psicológicas desde donde se fracasa. En ese sentido, “el discurso del fracaso motivacional funciona… siempre que se pueda fracasar”.
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