El agua es un recurso limitado y es considerada como componente fundamental en el equilibrio de los ecosistemas y en la medida en que comience a deteriorarse, escasear o perderse, tendrá repercusiones en ellos.
Las condiciones naturales y socioeconómicas de nuestro país hacen que sea difícil la tarea de compensar el desequilibrio entre la disponibilidad y demanda de agua, que varía ampliamente desde una abundancia en el sureste y con poco desarrollo económico, poblacional e industrial, hasta la gran escasez que existe en el centro y norte del país.
Por otra parte el país ha establecido como prioridad el abastecimiento de agua a las poblaciones urbanas y rurales en todo el territorio, así como a los cientos de centros industriales, agrícolas y turísticos, de los cuales cada uno de estos requiere el agua de manera indispensable para poder desarrollarse, lo que se traduce en un complicado sistema de manejo a través del cual se tratan de cubrir las necesidades.
Puntos específicos sobre la situación de agua del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC):
- La extracción de agua para los principales usos, intensidad del uso y la disponibilidad.
- Prácticas agrícolas, superficie de riego.
- Producción industrial que incluye los sectores más contaminantes y sus descargas.
- Asentamientos humanos, enfatizando los centros con mayor impacto.
- Calidad del agua.
- Instrumentos de tipo regulatorio y económico que va desde las normas hasta los cargos, pago de derechos por uso y descargas de aguas residuales y tratamiento.
- La actual infraestructura en plantas de tratamiento de aguas residuales domésticas e industriales y la cobertura de los servicios de agua potable y alcantarillado.
La aplicación del esquema Presión-Estado-Respuesta (PER) a los temas de agua es particularmente compleja, debido principalmente a sus características en sí, ya que se trata de recursos, donde existen muchas relaciones entre sus componentes.