La creatividad aplicada a campañas de comunicación, publicidad, promociones, relaciones públicas, eventos y otros múltiples mecanismos de comunicación, nos permiten que la audiencia recuerde mensajes, lo que contribuye a un mejor reconocimiento de marca y aumento en ventas.

Cuando me refiero a múltiples mecanismos, hago hincapié en cosas que pudieran parecer banales, pero no lo son: miradas, gestos, fotografías de perfil en redes sociales, ropa, actitud de los directivos de cualquier nivel, empleados de tiendas o establecimientos de servicio, uniforme, ambientación musical, visual, fragancias, texturas, entre muchas más. Todos los sentidos comunican y todas las personas sentimos y reaccionamos ante estos efectos y experiencias multisensoriales.

Reafirmo que la creatividad es de todos, simplemente cada quien la encuentra y la plasma de distinta manera, por lo que una recomendación es involucrar a todos los colaboradores de una empresa en procesos específicos de creación de ideas; muchas veces nos podemos sorprender, aún la persona más introvertida o despistada es capaz de encontrar soluciones que no todos tienen la habilidad de descubrir. Es necesario que la cultura cambie y que no pensemos que sólo los departamentos o las personas con etiquetas, auto etiquetas o con puestos “creativos” pueden generar y reinventar ideas, por supuesto, hay expertos en analizar, filtrar y seleccionar aquellas que tienen más capacidad de mostrarse claramente y sobre todo, que tengan el potencial de causar un fuerte impacto.

He tenido la oportunidad de colaborar con 3M y lo que más destaco de esa gran empresa es que parte de su reglamento, desde hace décadas, dejaba claro que absolutamente todos los departamentos y colaboradores tenían que destinar el 14% de su tiempo a generar innovación, nuevos procesos y métodos de pensamiento y acción.

Está comprobado que una persona en promedio está expuesta a miles de mensajes al día. Algunas empresas pueden pensar que la única manera de destacar es gastando grandes cifras de dinero, y sí, claro que el dinero ayuda y mucho, pero es aún más importante el proceso creativo que soporte esa inversión para que llegue a destacar y trascender.

Recordemos en todo momento que la creatividad es el oxígeno en cualquier área del marketing; desde cómo nos relacionamos con nuestros equipos internos y externos, cómo entendemos a nuestros clientes actuales y potenciales, a los distintos públicos a quienes les hablamos y, sobre todo, encontrar y dar sentido a los desafíos de la marca, identificar soluciones, estar dispuestos a escuchar a otros y evitar al máximo que el ego y la arrogancia se interpongan. Es a través de la colaboración y de evitar el egoísmo o los celos que se logran grandes cosas.

Considero importante que todos los que nos dedicamos a este grandioso universo, podamos desplegar la creatividad y hacer frente a oportunidades estratégicas, a audiencias amplias y segmentadas y a equilibrar las actividades a corto, mediano y largo plazo.

Para finalizar, el desafío más interesante es que logremos ampliar los límites de cómo vemos el mundo hoy y los cambios que presenta cada día para poder sostener el crecimiento a futuro en una época en donde se habla tanto de robots que, sin duda, son maravillosos “desde los tostadores de pan”, sin olvidar que es primordial reconocer cuán esencial es la creatividad humana para aumentar y dar aún más valor y dignidad a su oferta.