Por Camila González
@camilaglz
Aunque cada día hay palabras de otros idiomas que se incorporan al nuestro, unas quedan oficialmente aprobadas por la Real Academia, otras no, pero al final todas van haciendo parte de ese listado acumulado en el imaginario para uso común.
Jingle es una de ellas, que aunque no es castiza, se utiliza con toda propiedad y su traducción al español es tintineo, cascabeleo. El jingle en publicidad es uno de esos inventos que han resultado irremplazable incluso frente a los aportes de la tecnología.
Cuando un jingle se pega en la memoria auditiva, no hay quien lo desprenda, una marca no puede querer otra cosa más que tarareemos su frase musical inconscientemente mientras estamos inmiscuidos en la vida cotidiana. Así pues, muchos son los jingle de la memoria publicitaria mexicana, pero por ahora, he aquí tres, tomados de Huellas de la publicidad.
Sobre una melodía de siempre con una letra que describe los beneficios de Isodine, los dolores de garganta se convierten en toda una fiesta familiar en el baño. Todo el contexto y la pegajosa música logran el cometido: el producto entra a hacer parte de la celebración, sin necesidad de que la cámara nos muestre a un personaje pálido y enfermo.
Así es, fluido, un mensaje que entra sin sermón ni cátedra, sólo con música… y a tararearlo. Viene desde 2000, ¿cuántos de ustedes lo recuerdan?
AÑO: 2000 MARCA: Isodine CATEGORÍA: Medicina
Los jingle también se vuelve la cara misma del producto, como es el caso de Fabuloso. Si uno piensa en este limpiador, más que la botella o los pisos relucientes, se viene a la mente la cancioncita: “mira cómo limpia mi Fabuloso, todo más blanco y oloroso…”, esta vez con el toque tropical de una orquesta caribeña, a bailar. De nuevo una marca que se engancha con el concepto de fiesta, de alegría y no necesita más, queda guardada a otro nivel, ¿cierto?
AÑO: 2001 MARCA: Fabuloso CATEGORÍA: Limpiadores líquidos
Si de bailar y cascabelear se trata, Churrumais no se queda atrás: “con limoncito yuap papulupa papu” y expone su clásica botana sin exponerla al final para nada, sólo nos recuerda que a la hora de la rumba ahí está lista para hacer parte. Como los otros tres, resulta ser la celebración misma del producto, sin convencernos de nada, sin llenarnos de datos sobre sus bondades, sólo a través de la magia del jingle.
AÑO: 1991 MARCA: Sabritas CATEGORÍA: Botanas/palomitas/cacahuates
Al final, si la marca se asocia con el tarareo y el “me suena” si suena de verdad, no interesa tanto la imagen, podrían ser publicidades radiales porque lo cierto es que no son llenadoras, más bien acompañan cada cosa: al cocinar, al ducharse, al limpiar, al ir y venir.