La UniĆ³n Europea (UE) contempla someter a compaƱĆas digitales, como Google, Facebook y Amazon, a un āimpuesto digitalā de hasta 5 por ciento sobre sus ingresos, con lo que piensa recaudar cerca de 7 mil millones de euros (unos 8 mil 600 millones de dĆ³lares) anuales.
La idea fue presentada este miĆ©rcoles en Bruselas por el comisario europeo de Asuntos EconĆ³micos y Financieros, Pierre Moscovici, quien defiende la importancia de hacer a esas multinacionales sin fronteras pagar su justa contribuciĆ³n a los paĆses donde actĆŗan.
Actualmente, nueve de las 20 mayores empresas del mundo que cotizan en los mercados bursĆ”tiles son digitales, en comparaciĆ³n con una por cada 20 hace 10 aƱos.
Esas empresas pagan una tasa impositiva media de 9.5 por ciento en la UE, mientras que para las tradicionales el promedio es de 23.2 por ciento.
āNuestra normativa pre-internet no permite a los paĆses miembros gravar a las empresas digitales que operan en Europa si tienen escasa o nula presencia fĆsica aquĆ. Esto representa un agujero negro en constante expansiĆ³n para los paĆses miembros, ya que ven socavada su base imponibleā, afirmĆ³ Moscovici.
El nuevo impuesto se aplicarĆa a las empresas que facturen mĆ”s de 750 millones de euros (unos 921 millones de dĆ³lares) a nivel mundial y 50 millones de euros (unos 61 millones 400 mil dĆ³lares) en Europa.
Bruselas deja a los paĆses la decisiĆ³n sobre el valor del impuesto, entre 1 y 5 por ciento de los ingresos, pero se decanta por fijarlo en 3 por ciento, lo que aportarĆa 5 mil millones de euros (unos 6 mil 100 millones de dĆ³lares) anuales al presupuesto comunitario.
En paralelo, el Ejecutivo sugiere tambiĆ©n reformar las normas sobre el impuesto de sociedades a fin de que se declaren y graven los beneficios en el paĆs donde las empresas lleven a cabo una āinteracciĆ³n significativa con los usuariosā mediante canales digitales.
La presencia de la empresa digital en la UE se establecerĆa con base en una de tres condiciones: facturar mĆ”s de 7 millones de euros (unos 8.6 millones de dĆ³lares) en un paĆs europeo, tener mĆ”s de 100 mil usuarios en un paĆs europeo durante un ejercicio fiscal, o generar mĆ”s de tres mil contratos de servicios digitales con usuarios en un ejercicio.
Los beneficios corresponderĆan al paĆs donde el usuario se encuentra en el momento del uso de la red, de modo que se garantice un vĆnculo real entre el lugar donde se obtienen los beneficios digitales y el en que se gravan.
Esta constituye la soluciĆ³n a largo plazo de la ComisiĆ³n Europea (CE), mientras que el impuesto serĆa una āsoluciĆ³n provisionalā a corto plazo.
Las propuestas legislativas aĆŗn tienen que ser validadas por los gobiernos de los 28 paĆses europeos. Un primer debate tendrĆ” lugar este jueves y viernes, cuando se reunen en Bruselas para su cumbre de primavera.
Sin embargo, el camino hasta la posible aprobaciĆ³n serĆ” largo, ya que la idea divide la mancomunidad en dos grupos, segĆŗn explicĆ³ una fuente diplomĆ”tica.
Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y EspaƱa, las cinco mayores economĆas europeas, estĆ”n a favor del nuevo gravamen, al que se oponen Irlanda, Austria y Luxemburgo, paĆses que suelen ofrecer generosos acuerdos fiscales para atraer empresas extranjeras.
Bruselas hubiera preferido que las normas se acordaran a nivel mundial, en el marco de la OrganizaciĆ³n para la CooperaciĆ³n y el Desarrollo EconĆ³micos (OCDE), como piden los paĆses mĆ”s reticentes.
Sin embargo, la falta de avances en ese sentido la impulsĆ³ a actuar al considerar que āel volumen actual de beneficios no gravados es inaceptableā, explicĆ³ el vicepresidente de la CE responsable del Euro, Valdis Dombrovskis.
Moscovici apelĆ³ para la colaboraciĆ³n de los Veintiocho seƱalando que las medidas āharĆan de la UE un lĆder mundial en el diseƱo de normativa fiscal adecuada para la economĆa moderna y la era digitalā.