La Comisión Europea informó que examina una posible colusión entre los grandes fabricantes de automóviles alemanes en prácticas monopólicas, una situación que sigue afectando el “Made in Germany”, azotado por el #Dieselgate.
“La Comisión Europea y la oficina anticártel alemana recibieron informaciones” sobre un posible cártel entre las automotrices Volkswagen, Audi, Porsche, BMW y Daimler, “que están siendo examinadas por la Comisión”, señaló la dependencia.
“En este momento es prematuro especular más”, agregó. ”La Comisión Europea y las autoridades nacionales de competencia cooperan estrechamente entre ellas en este tipo de asuntos”, agregó.
Tras este examen, el Ejecutivo europeo decidirá si abre o no una investigación, que podría durar varios años antes de decidir una eventual sanción financiera.
Las declaraciones de la Comisión Europea responden a un artículo del semanario alemán Der Spiegel en el que Volkswagen, Audi, Porsche, BMW y Daimler habrían formado un cártel (un conglomerado) desde 1990, concentrándose en particular en la reducción de las emisiones contaminantes de los vehículos diésel.
Der Spiegel afirmaba sacar la información de “un documento escrito que el grupo VW remitió a las autoridades de competencia” en julio de 2016, como “una especie de autodenuncia”. Daimler también se habría autodenunciado, afirma el semanario.
Los cárteles están prohibidos en la UE porque perjudican la competencia y a los consumidores. La Comisión puede imponer severas multas a las empresas que se conciertan.
El récord son los 2 mil 930 millones de euros que la UE impuso el 19 de julio de 2016 a cuatro fabricantes europeos de camiones acusados de haberse concretado durante 14 años sobre los precios de venta de sus vehículos.
La política llamada de “clemencia” que lleva a cabo la Comisión alienta a las empresas a comunicarle pruebas internas de la existencia de un cártel.
La primera empresa miembro de un cártel en dar el paso está exenta de multa. Esta estrategia ha resultado muy eficaz para desmantelar los cárteles.
Volkswagen convocó un consejo de vigilancia extraordinario tras las revelaciones sobre un supuesto cártel con sus competidores sobre las emisiones contaminantes de los motores diésel, según un reporte de la agencia AFP.
El presidente del consejo de vigilancia Hans Dieter Pötsch, convocó “una reunión extraordinaria del consejo”, indicó su portavoz.
La reunión se llevará a cabo el miércoles por la tarde, según el portavoz y otra fuente de la empresa.
Antes de la reunión, el potente comité de empresa de Volkswagen había exhortado al grupo, propietario de 12 marcas, entre ellas Audi, Porsche, Seat y Skoda, a organizar una reunión de ese tipo esta semana.
Por su parte, BMW negó que hubiera creado un cártel con empresas rivales sobre las emisiones contaminantes de los motores diésel, e indicó que sus modelos no fueron “manipulados” ni violaron las regulaciones industriales.
A medida que las revelaciones en materia de contaminación afectan al sector automotriz alemán, la empresa con sede en Múnich tomó distancia ante lo que califica como el proceso de “escandalización de los motores diésel”.
“El hecho es que los automóviles del grupo BMW no están manipulados y son fabricados de acuerdo a los importantes requerimientos legales”, añadió la empresa en un comunicado.
“Esto concierne también a los automóviles diésel. Esto lo confirman los relevantes resultados de las pruebas realizadas por las autoridades nacionales e internacionales”, agrega.