A finales de febrero YouTube se ubicó en el centro de una nueva polémica relacionada con la publicidad y actividades ilegales dentro de la plataforma.
En concreto, el problema se debió a que su algoritmo de recomendación fue sido utilizado por una red de pedófilos para conectarse entre sí, intercambiar información y poner enlaces en los comentarios de los videos, situación que puso en riesgo a usuarios infantiles.
Pese a los esfuerzos, reconocen que es muy difícil
La situación se tradujo en que varias marcas, Nestlé, Epic Games, Disney, Hasbro y AT&T decidieran retirar sus inversiones publicitarias en la plataforma de videos de Google.
En reacción, YouTube anunció diversas acciones para calmar las preocupaciones de los anunciantes y de los usuarios respecto a la seguridad y al control de amenazas de este tipo.
Sin embargo, desde la propia compañía se reconoce que esto es verdaderamente complicado y casi imposible de lograr. Al menos así lo señaló Nishma Robb, director de mercadotecnia de Google Ads para el Reino Unido quien admitió que tal vez nunca se podría garantizar “100 por ciento de seguridad” para las marcas en YouTube.
“No creo que esa sea la realidad de la plataforma, (…) La realidad es que Internet tiene los bolsillos oscuros y nuestro trabajo es continuar trabajando duro para asegurarnos de tener las máquinas y los procesos para eliminar el contenido dañino”, dijo el ejecutivo citado en The Drum.
Una realidad incómoda
Es una realidad que todo anunciantes, independientemente si es YouTube, Facebook, Instagram o Twitter, desea que su marca no se vea expuesta o relacionada con temas como el que provocó el problema en la plataforma de videos.
Sin embargo, no todas ellas han estado involucradas con polémicas sobre acosos, bullying, mensajes de odio, racismo, violencia de género, e intolerancia a la diversidad sexual.
También es cierto que todas ellas han emprendido acciones, en el caso de YouTubeha acelerado el lanzamiento de un clasificador de comentarios que identifica y elimina las publicaciones inadecuadas, pero pese a ello, Robb reconoció que es casi imposible garantizar una prevención y eliminación de contenidos nocivos al 100 por ciento.
Es probable que tenga razón, pero al final todas estas plataformas están cobrando por un servicio y las marcas están en su derecho de exigir seguridad. No obstante, hay un margen de error en el que se puede caer y ser víctimas de esta situación.
Para YouTube y Google es sumamente importante recuperar la confianza de las marcas, la plataforma de videos cuenta con más de mil 900 millones de usuarios a nivel global e ingresos más de 20 mil millones de dólares, según estimados de Wall St. / Merrill Lynch, lo constatan.