La firma de disfraces Halloween Costumes desató las conversaciones en las redes sociales debido al lanzamiento de un disfraz para la ocasión de Ana Frank, una niña ascendencia judia que murió en un campo de concentración en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial.
Y es que como una medida estacional, presentaron este modelo, el cual podría adquirirse por 25 dólares “su hija puede convertirse en una heroína de la Segunda Guerra Mundial”, aseguraba la publicidad del producto, según AFP.
Una de las organizaciones que levantó la voz ante este hecho fue la asociación judía estadounidense Liga Antidifimanación (ADL, por sus siglas en inglés) quien lamentó que, bajo un contexto de escalada mundial del antisemitismo, el disfraz es desmesuradamente insensible con los supervivientes del Holocausto y su familia. Además de que demandó el retiro inmediato de la mercancía.
Call on Amazon to join other retailers and remove “Anne Frank” children’s Halloween costume immediately: https://t.co/wwA7XOaAIF pic.twitter.com/f7RPXvqYcR
— ADL (@ADL_National) 17 de octubre de 2017
Ante ello, la empresa retiró de inmediato el producto, al tiempo que ofreció una disculpa a través de su red social. “Tomamos muy enserio los comentarios de nuestros clientes. Hemos transmitido los comentarios sobre este disfraz”, aseguró Ross Walker Smith, portavoz de Halloween Costumes.
— Halloween Costumes (@funcostumes) 17 de octubre de 2017
Actual de manera oportuna, aceptar el error y ofrecer una disculpa por este error, puede que no generar un impacto mayor en la imagen y reputación de la firma, ya que los números de inversión por parte de los estadounidenses en esta celebración son elevados.
Datos de Statista proyectan que para este año se destinen tres mil 400 millones de dólares en disfraces; dos mil 700 millones en dulces, la misma cantidad en decoraciones del hogar y casi medio millón de dólares en tarjetas, por parte de los individuos del vecino país del norte.
Por lo que la innovación debe ser constante para acaparar un mercado sumamente redituable, en el que también se puede presentar un factor de error al no medir las posibles reacciones de las audiencias; a diferencia de otros países, en Estados Unidos, las firmas deben aclarar inmediatamente este tipo de actos ya que la gente tiende a castigar a las empresas.