La semana pasada tuve oportunidad de dar una sesión de capacitación en Shopper Marketing. Una de las participantes (quién trabaja en una importante empresa de tiendas de conveniencia en México) se acercó conmigo y me hizo la siguiente pregunta: ¿Cómo puedes entrenar a la gente para que sonría?
El que un vendedor sonría cuando interactúa en algún proceso de venta es sin lugar a duda uno de los aspectos más relevantes y valorados para nuestros clientes.
Más notas relacionadas:
8 cosas que en la Universidad no te enseñan
Modelo de Negocio CANVAS
5 lugares para encontrar infinitas ideas
De hecho en muchas sesiones y capacitaciones de atención y servicio al cliente se hace énfasis en este tema, por ejemplo a las telefonistas se les enseña que cuando hablen por teléfono sonrían ya que esto produce un efecto positivo en el cliente que las escucha.
La dificultad radica en tener que “enseñar” ó “entrenar” a alguien para que sonría cuando la sonrisa es valorada siempre y cuando sea genuina, espontánea y honesta. Una sonrisa fingida, impuesta u obligada puede perjudicar y dañar más que un cara seria y sin expresión.
Sabiamente Charles Darwin escribió sobre la teoría de la respuesta facial, la cual dice que: El acto mismo de sonreír realmente nos hace sentir mejor, en vez de considerar la sonrisa como un mero resultado de sentirse bien.
Por lo tanto quizá convenga compartir con nuestros empleados algunos beneficios que el sonreír en nuestro trabajo puede proporcionar a nivel físico y emocional:
- Mejora la comunicación: Una sonrisa habla por si sola, muchas veces no necesitamos decir ni una sola palabra pero si iniciamos el contacto con una sonrisa habremos dado un gran primer paso. Una linda sonrisa relaja el ambiente y propicia una mejor comunicación.
- Permite que la gente se acuerde de ti: Según algunos estudios, una sonrisa puede hacer que las personas recuerden con más facilidad tu nombre, tengan una mejor impresión de ti y no olviden el mensaje que les das. La gente recordará siempre una linda sonrisa.
- Sentirse y verse mejor: La gente que sonríe no solo se ve más bella y atractiva, sino que según un estudio de la Universidad de Penn State las personas que sonríen son percibidas como más competentes y capaces. Con una sonrisa podemos afrontar el día a día con mejor ánimo y actitud, ver las cosas de forma más positiva, impactar a las personas que nos rodean y ser más felices. A nivel físico sonreír libera endorfinas, lo cual tiene un efecto agradable en nuestro cuerpo y nos permite liberar el estrés.
- Mejora nuestras relaciones en el trabajo: Siempre será más agradable tratar con gente en nuestro trabajo que nos brinde una sonrisa sincera. Varios estudios psicológicos señalan que una persona que sonríe de manera constante en su lugar de trabajo es percibida como pacífica, creativa, segura y confiable.
- Sonreír es contagioso: Esto explica porque cuando estamos rodeados de niños (los cuáles por cierto sonríen unas 400 veces al día en comparación de muchos adultos que lo hacemos unas 20 veces) la sonrisa se contagia. Por lo tanto, si te permites sonreír siendo auténtico y brillante permites lo mismo de los demás.
Tristemente entre tanta presión, prisas y stress nos olvidamos de sonreír, no solo en nuestro trabajo sino en nuestro día a día, con toda la gente que nos rodea. Creo que la sonrisa no es algo que se pueda entrenar ya que, como mencionaba anteriormente, esta debe ser natural, pero si deberíamos al menos de recordar de forma constante que una sonrisa vale más que 1000 palabras y logra un efecto positivo siempre no solo en nosotros si no en los demás.
Gabriel García Márquez dice: “Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa.” yo digo que experimentes este día con una sonrisa porque puedes ser la luz que alguien hoy necesita.