Hace unos meses, alguien que sabe muchas cosas –que siempre lee, investiga y se pregunta- estuvo intentando explicarme qué era una impresión en 3D. Cuando digo intentando explicarme, me refiero más bien a que yo estuve intentando entender sus explicaciones pero mi estructura mental de “impresión plana”, muy “picapiedra”, me hacía trampa cuando yo intentaba imaginarme aquello de imprimir en volumen. ¿Cómo? ¿Vamos a imprimir floreros, zapatos, cosas? No puede ser…
Sí puede… Y daba vueltas a velocidad estrepitosa mi mente curiosa, e impactada, pensando en que en un futuro quizás ya no se iban a producir muchas cosas en serie y que más que comprarlas, las podría imprimir una máquina que adentro no tendría tinta sino materiales como plástico, metal, etc.
Pues más aún me quedé perpleja cuando vi este video que les comparto. Una pluma 3D. Es, tal cual, dibujar en el aire…
Mucha gente ya habla del tema como si nada, pero con los alcances de la tecnología yo soy de enorme asombro y de larga asimilación, larga… ¿A dónde vamos a llegar? Esto podría dar un inimaginable vuelco a la vida y, como no, a la mercadotecnia: “Imprime tu vajilla”, “Con este cartucho podrás imprimir los jeans a tu medida”… Noooooo. Qué susto.