Valuada en 31.000 millones de dólares (a febrero de 2018), Airbnb es una de las compañías con mayor crecimiento en los últimos años. Sin embargo, su desarrollo podría verse afectado por nuevas normas que están surgiendo en distintos países, en especial, a partir del lobby que los hoteleros hacen en los diferentes gobiernos.
Japón es un país en el que podrían tener inconvenientes Airbnb y otras compañías similares que sirven de nexo entre particulares para ofrecer alquileres temporarios. Esto será cuando se obligue a muchos propietarios a dejar de ofrecer sus servicios con la promulgación de una nueva ley, en el mes de junio.
El “minpaku”, o ley de alojamiento temporal privado, es el primer marco legal nacional para el alquiler de casas a corto plazo en Asia, limita el uso compartido de viviendas a 180 días al año, un límite que algunos anfitriones dicen que dificultará obtener ganancias.
En paralelo, los gobiernos comunales japoneses, que tienen la autoridad final para regular los servicios en sus áreas, están imponiendo restricciones severas citando preocupaciones por la seguridad y los ruidos molestos.
Por ejemplo, el distrito Chuo de Tokio, prohibió el alquiler entre semana debido a que permitir el ingreso de extraños a los edificios de apartamentos durante la semana podría ser inseguro.
Los japoneses que defienden el actual marco regulatorio dicen que con los cambios perderán dinero. Aseguran que si alquilara los apartamentos mensualmente, sólo obtendrían un tercio de lo que ganan con alquileres a corto plazo.
Otro caso es Kioto, que atrae millones de turistas al año. Allí sólo se permitirá el alojamiento privado temporario en áreas residenciales entre el 15 de enero y el 16 de marzo, evitando las temporadas de primavera y otoño.
De manera similar, Shibuya, sólo habilitará servicios como los de Airbnb en áreas residenciales únicamente durante las vacaciones escolares, con ciertas excepciones, para que los niños no se encuentren con extraños en su camino a clase.
Los inquilinos dicen que la nueva ley hará daño al sector inmobiliario, incluso en tiempos de récord de turistas extranjeros. En 2017, Japón alcanzó el récord de 28,7 millones de visitantes, un 19 por ciento más que el año anterior. Japón aspira a albergar a 40 millones de turistas extranjeros por año para 2020.