Una buena foto es de gran ayuda en las redes sociales para llamar la atención, sin embargo, no siempre encontramos justo la adecuada en los bancos de imágenes y llevaría tiempo y sería costoso producirla. Con las palabras puedes evocar la imagen correcta sin temor a equivocarte porque tu lector hará la mejor fotografía en su mente, cada uno imaginará su mujer bronceada. Seguramente la que tu imaginaste nada tiene que ver con la que yo visualicé.
Sí, podríamos decir que pensamos en imágenes, sin embargo, al provocarlas propositivamente pueden jugar a tu favor y en el de tus ventas.
Puedes crear deseos y emociones con el poder de la palabra. Con una oración corta y utilizando las palabras adecuadas, lograrás el impacto que deseas, la imagen exacta que quieres comunicar. Si además escribes conversando con tu lector en lugar de tratar de venderle tu producto, lograrás lo que te propones.
Así como le cambias de canal cuando entra un comercial en la tele o esperas que pasen los cuatro segundos en YouTube para omitir el mensaje comercial, en una red social sucede lo mismo, al detectar un anuncio y el encabezado no tuvo el poder de detenerte, lo pasas y sigues revisando el time line. Sin embargo, un titular escrito como si iniciaras una conversación puede impactar, y si provoca una imagen o emoción, será mucho más vendedor.
“Imagínate tomando el sol frente al Caribe, mientras trabajan para ti.” Puede ser el encabezado de una financiera que ofrece inversiones. El anuncio podría estar escrito como una conversación en la que le cuentas que su dinero podría estar trabajando en inversiones mientras disfruta de la vida. Las personas sí imaginan, sí evocan imágenes y más aún cuando la propuesta es algo muy deseable.
Los argumentos que le des a tu cliente potencial en la conversación para que se decida por tu producto sin que se lo vendas, son los mismos que utilizará para justificar su compra frente a los demás. “Mira, compré esta Tablet porque además de no pesar casi nada, puedo leer mis libros en donde sea y ¿qué crees?, además tiene…”
Recuerda como platicas con un amigo, cómo le narras un viaje, por ejemplo, todo son imágenes y como se lo cuentas con la emoción que sentiste al ira a esas vacaciones, sí conectas con él que se está imaginando un París distinto al tuyo, su París. De esta manera es recomendable escribir tus anuncios, tu blog, tu página web, como si tuvieras a la persona frente a ti.
Te dejo esta imagen: “Estás en tu oficina sintiendo la satisfacción de haber aumentado significativamente tus ventas.”
Gracias por leer, hasta el próximo miércoles.