Córdoba, Argentina.- No siempre hay que “inventar” campañas de la nada para generar acciones que repercutan positivamente en la imagen de las marcas. A veces, el marketing está allí, a la vista de todos, sólo hay que saber verlo y aprovecharlo. Un ejemplo de Topper, paso a paso.
Los responsables de la imagen de las marcas deben estar muy atentos a todo lo que sucede en el ámbito de acción de sus productos. De esta forma, podrán aprovechar noticias como ésta que sucedió la primera semana de septiembre en la ciudad de Córdoba, al centro de Argentina.
Paso 1: el gesto solidario. Todo comenzó el 6 de septiembre, cuando Agustina Márquez Ibáñez posteó en Facebook un par de fotos y este comentario: “No todo está perdido, un chofer estaba esperando que suba este niño para regalarle unas zapatillas nuevas. Valió la pena haber tomado mal el ómnibus para sorprenderme con personas así. Es un gesto digno de ser compartido”. Junto al comentario, las fotos mostraban al conductor (Julio), regalándole a un niño (Gian Carlos) un par de tenis nuevos para que pueda ir a la escuela.
Paso 2: las redes sociales. Este tipo de “historias mínimas” suceden decenas de veces en una ciudad, pero casi nunca llegan a ser conocidas por el resto de la gente. En este caso, Agustina estaba ahí para mostrarlo.
Paso 3: el periodista atento. Al otro día, la foto y el texto fueron tomados por un periodista del periódico local Día a Día y la historia estalló en las redes sociales. El posteo de Agustina y la publicación del medio sumaron miles y miles de visitas, compartidos, comentarios y republicaciones, convirtiendo la “historia mínima”, en una viral. El tema fue replicado luego por otros medios gráficos, radiales y de TV. No sólo en esa ciudad, sino en el resto del país.
Paso 4: la marca con buen sentido del olfato. Pero faltaba un protagonista en esta historia: la marca de los tenis. Sí, Julio le regaló al pequeño Gian Carlos, casualmente, un par de zapatillas marca Topper, y la marca estuvo muy atenta a la novedad. Aprovechando que tiene en vigencia una campaña que se llama #TopperSuperheroes, decidió convertir a Julio en un superhéroe anónimo que ayuda a los niños en su ómnibus. Le llenó el colectivo de zapatillas (marca Topper, claro) y Julio los fue regalando a los niños a lo largo del recorrido por la ciudad.
Paso 5: la creatividad. En las redes sociales, posteó: “Julito nos demostró que cuando #ElCorazónManda, pueden lograrse grandes cosas. Y con #Topper quisimos ayudarlo a continuar con su heroica misión”.
Paso 6: resultados. La publicación logró más de 30 mil reacciones, 7.000 compartidos y 1.200 comentarios, muy por encima de la media del perfil de la marca en Facebook. Además, las reacciones de la gente fueron todas muy positivas. Mira algunas.
Noe Ortiz ¡Me encanta! Felicitaciones a todos por sus ideas y por sus acciones! Eso es lo que hace la diferencia en este mundo que a veces parece perdido, pero después pasan cosas como éstas y sabemos que no es así, que hay esperanzas! 😀😀😀
Sergio A Medina Felicitaciones al chofer por el acto… y Topper!! Muy bien!! Muy buena campaña. Realmente me saco el sombrero!! Me encantan las buenas acciones y sobre todo que vaya dedicada a los chicos que más necesitan. Lamentablemente algunos no están acostumbrados a ver cosas lindas en la vida, estos mimos marcan a los chicos. Seguramente les van a sacar una linda sonrisa. Felicitaciones otra vez!! El corazón manda de verdad acá…
María Victoria Ponce I Qué maravilloso y gratificante saber que hay mucha gente solidaria y encima se anima a dar una mano! Grande Julito, la carita del agasajado impagable y que genial Topper!! Impensado pero no imposible!!!
Fernanda Motta Aplausos para el grupo de Topper por tan buena decisión y muchos más aplausos para ese humilde laburante que sin dudas tiene un gran corazón!
Nebure Vallejos Los buenos valores, como así las buenas personas aún existen en un panorama en el que sólo es caos y perdición aparecen personas con un corazón inmenso.
Esto no se trató de una campaña ideada por Topper ni nada de eso, fue un gesto solidario auténtico, que se viralizó en las redes y la marca lo supo aprovechar. ¿El costo? Los tenis que le dio al conductor para que regalara, la logística y el diseño de las ilustraciones. Nada más. Historia mínima, ganancia máxima.
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