La compañía alemana BMW confirmó este jueves que pagará US$ 4.200 millones para tomar el control de su negocio en China. Es el primer fabricante internacional de automóviles en efectuar este tipo de acuerdo desde que el gobierno chino anunciara a principios de 2018 que les quitaría restricciones de propiedad a las automotrices internacionales.
En virtud del acuerdo con su socio chino, Brilliance China Automotive Holdings, BMW aumentará su participación en su empresa conjunta de un 25% a un 75%.
Se espera que el acuerdo se cierre en 2022, el año en que China elevará el límite de propiedad para las compañías que se dediquen a la fabricación de automóviles.
Posición de privilegio
La medida fortalecerá de manera importante la participación de BMW en el mercado de automóviles más grande del mundo y ayudará a la marca a protegerse contra las interrupciones causadas por conflictos comerciales y aranceles. Fabricar en China y vender en China, sin aranceles, una jugada considerada clave y que, seguramente, darán otras terminales de ahora en más.
BMW vendió 560.000 autos en China el año pasado, más que en los Estados Unidos y Alemania juntos.
Pero ese negocio se vio amenazado después de que Beijing impusiera nuevas tarifas a la llegada de vehículos estadounidenses en julio pasado, como represalia por los impuestos de Donald Trump a las exportaciones chinas.
BMW intentó trasladar el costo de esas tarifas a los clientes en China, aumentando los precios de los SUV que exporta desde Estados Unidos, pero el consumo en el gigante asiático no está en su mejor momento y la fuerte competencia se lo impidió.
Por ejemplo, Volkswagen dijo el martes pasadi que sus ventas en China cayeron casi un 11% en septiembre. Fue un día después de que GM diera sus propios números: 15 por ciento menos en el China en el tercer trimestre.
“Ahora nos estamos embarcando en una nueva era”, dijo el presidente ejecutivo de BMW, Harald Krueger, en un discurso en China este jueves en el que hizo hincapié en los vehículos eléctricos. “China se está convirtiendo rápidamente en una importante base de desarrollo y producción para los vehículos impulsados por energías alternativas de BMW”.
Como parte del acuerdo, BMW dijo que invertirá hasta US$ 3.500 millones en la construcción de nuevas instalaciones en Shenyang y que la producción anual alcanzaría las 650.000 unidades en 2020.
El desembarco en China es total para la marca alemana. Hoy, BMW fabrica varios modelos híbridos en China y exportará el BMW iX3 completamente eléctrico a partir de 2020. También se unió a la junta de Apollo, un proyecto de conducción autónoma de la firma china de internet Baidu.
El movimiento estratégico de BMW había sido adelantado por Merca20 en julio, cuando se indicó que el fabricante de vehículos alemán planeaba revelar “en los próximos días” la nueva estructura en la propiedad de la firma que mantiene con Brilliance China Automotive.