Uno de los sectores de la industria que mÔs invierte en su desarrollo y en las relaciones del mismo con las autoridades con las que interactúa es el lobby tecnológico, con 55.9 millones de dólares invertidos tan solo en 2018. En esta ocasión, los hombres y mujeres de Silicon Valley unieron sus esfuerzos con la marca deportiva Nike para apoyar el esfuerzo de un atleta de alto rendimiento, Eliud Kipchoge, que se propuso romper el récord de tiempo en un maratón: menos de dos horas.
La prueba se corrió el sÔbado 12 de octubre y el keniano hizo la hazaña. El resultado: 1 hora, 59 minutos y 40 segundos.
El reloj se detuvo en estos números y el mundo puso atención en este importante logro. Analicemos el caso.
En un planeta necesitado de buenas historias, de hazaƱas legendarias que pasen de boca en boca, ahora de smartphone a smarthpone, y carente de gladiadores verdaderos y arquitectos de esperanzas para un mundo mejor⦠¿Usted amable lector, Āæcómo contarĆa este suceso a sus familiares y amigos ahora y en el futuro?
Nos enteramos, dada la respuesta rĆ”pida que se dio, que el rĆ©cord de Eliud no serĆ” tomado en cuenta por la Federación Internacional de Atletismo ( IAAF, por sus siglas en inglĆ©s), dado que el atleta utilizó apoyos tecnológicos y humanos que le facilitaron la tarea, como āliebresā (equipo de corredores que le acompaƱaban en su trayecto) y un vehĆculo que tambiĆ©n le marcaba el ritmo, emitiendo seƱales para mostrar el sitio ideal por el que deberĆa estar corriendo; asĆ como el uso de zapatillas con suelas con placas de fibra de carbono, que se asemejan a cĆ”maras de aire que aligeran el paso del atleta y sĆŗmele usted las condiciones meteorológicas ideales que se buscaron para tener una temperatura de 8 grados sin visos de lluvia y una pista plana que hacĆa un circuito de fĆ”cil carrera. Existe un reglamento y este debe cumplirse, peroā¦
MĆ”s allĆ” de las observaciones que la federación atlĆ©tica realizó para afirmar que la marca es vĆ”lida o no, y de los comentarios en redes sociales en donde se expresaba que este era āel rĆ©cord mĆ”s tramposo de todos los tiemposā, la reflexión viene en el sentido de la construcción de la historia y esto es terreno de los comunicadores y expertos en marketing.
Veamos el punto:
Eliud Kipchoge ya habĆa realizado un intento para batir el rĆ©cord en Monza, Italia, en el cual tuvo un tiempo de dos horas y 25 segundos, en ese momento nadie habĆa corrido tan rĆ”pido. LlamĆ©mosle a esta, la etapa uno.
En Viena, el sÔbado 12 de octubre, etapa dos, la marca quedó hecha trizas quedando ahora en menos de dos horas y la historia debe contarse como tal, la de un superatleta que nos invita a dejar el mundo de los escépticos e ingresar a una esfera de esperanzas para cumplir nuevas metas.
El propio expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, lo felicitó en estos tĆ©rminos: āSon logros asombrosos por sĆ mismos, tambiĆ©n son ejemplos notables de la capacidad de la humanidad para soportar y seguir superando sus propios lĆmitesā.
Otras frases manifestaban que āno por ser una prueba no regulada deja de ser impresionanteā y ālos zapatos y la ropa con telas especiales no corren por tiā.
Lo cierto es que el Campeón OlĆmpico de RĆo de Janeiro es ya un inmortal del deporte y su historia debe prevalecer como tal.
Nos encontraremos mƔs adelante.