Muchos usuarios de redes sociales ya están adiestrados en el arte de advertir y evitar los fake. No caen con facilidad en tretas que sólo buscan algún tipo de rédito, ya sea monetario o en materia de seguidores o alcance.
Sin embargo, muchos otros no conocen todas y cada una de las artimañas que, con distinto grado de “maldad”, algunos persiguen.
Un gran ejemplo es uno que surgió esta misma semana, que combina dos estrategias: suplantación de identidad y promesa de falso premio. Se trata de un usuario fake supuestamente de Netflix España que dice que regalará 50 mil cuentas del servicio de streaming a todos los que hagan RT a uno de sus tuits y, al mismo tiempo, que comiencen a seguirlo.
Increíblemente, muchos “caen” y le dan RT. Y desde la cuenta, a los que les reclaman cuándo para saber cuándo se comunicarán para el regalo, les piden paciencia.
Hasta la Guardia Civil española detectó el fraude y lo advirtió en la misma red social. “Te regalan 1 año de Netflix por #RT y #follow? Eso no se lo creen ni los clientes de #Narcos Es un #Fake suplantando a @NetflixES #NoPiques”, dice la fuerza de seguridad que está siempre atenta a estos casos.
¿Te regalan 1 año de Netflix por #RT y #follow?
Eso no se lo creen ni los clientes de #Narcos
Es un #Fake suplantando a @NetflixES#NoPiques pic.twitter.com/ogAwFkXJ94— Guardia Civil (@guardiacivil) 30 de agosto de 2017
¿Qué busca un truco así? En un caso como éste, seguidores. Si quieres lanzar un proyecto o una marca, comenzar de cero es complicado. Hay formas de adquirir followers, pero en general son ficticios, porque la mayoría serán bots o cuentas que no tienen relevancia y con pocos seguidores.
Con estrategias como ésta, usando la potente marca Netflix y ofreciendo un suculento premio (más de 100 dólares es el ahorro de un año gratis), las posibilidades aumentan. Incluso, si “caen” algunas cuentas con muchos seguidores, la idea se vuelve aún más exitosa.
Una vez logrado el objetivo de sumar un número importante de follows, la cuenta suele mutar a otro nombre, con otra imagen, quizás la que se quería instalar desde un principio. La diferencia es que ya no se parte de cero. Y si bien muchos dejarán de seguirla, muchos otros no advertirán la maniobra.