• Se espera que la operación de HSBC solamente afecte a su unidad de negocio de banca retail

• Es decir, la compañía británica mantendrá sus operaciones de inversión y banca para negocios

• Desde septiembre del 2019 que la institución había puesto en una “revisión estratégica” a su unidad francesa

En una venta que de hecho le significará pérdidas por dos mil 300 millones de dólares (mdd), HSBC anunció que está retirando su operación de retail en Francia. De acuerdo con Reuters, cederá su negocio en el país a My Money Group como parte de un proceso más grande de retirada fuera de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (EEUU). Esta salida debería ayudar al grupo financiero a centrarse en el mercado asiático y evadir las complejidades de Occidente.

La operación incluye 244 sucursales en Francia, tres mil 900 personas parte de su equipo de trabajo, así como 24 mil millones de euros en activos de HSBC. El CEO de My Money Group, Eric Shehadeh, afirmó que el objetivo es regresar estas propiedades a la redituabilidad en una ventana de tres años. El anuncio provocó que las acciones de la institución británica cayeran en 1.9 por ciento. Se espera que esta transacción se cierre por un valor de dos mil mdd.

Esta transición a My Money Group no se completará inmediatamente. Las empresas deben de firmar un contrato, proceso que podría estar terminado para finales del año. Posteriormente se comenzará lentamente el cambio de activos de una marca a la otra, que podría completarse en 2023. El nuevo dueño de la unidad francesa del banco británico dice que tratará de revivir la marca CCF, el nombre de las propiedades que HSBC compró hace años para entrar al país.

HSBC: ¿Cuál es su situación?

Como ya se dijo, la decisión de salir de Francia es parte de un intento más amplio del banco británico por abandonar Europa. De acuerdo con Forbes, el plan se dio a conocer desde el año pasado, antes incluso que se consolidara el riesgo de la pandemia. Para entonces, ya se había calculado que las ganancias de la institución se habían desplomado por casi un tercio en esta región. La reestructura buscaría recortar aún más los costos y consolidar unidades de negocio.

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Y es que los resultados financieros de HSBC son delgados, aún si se mantienen positivos. De acuerdo con CNBC, la marca presumió un crecimiento de sus ingresos, previo a impuestos, de 79 por ciento para el primer trimestre del 202, frente a ese periodo del 2020. El problema es que algunos indicadores clave, como ganancias reportadas y margen neto de interés, aún se mantienen bajos. Algo que indica que Occidente todavía representa un lastre para la marca.

Del lado positivo, HSBC está avanzando poco a poco con su salida de Europa y América del Norte, aún si el costo inmediato es enorme. Más importante aún, continúa invirtiendo fuerte en el desarrollo de su negocio en Asia. De acuerdo con Global Times, la compañía recientemente nombró a dos nuevos co-líderes para su región más valiosa. Así que, aunque la transición está siendo claramente difícil, solo tiene que seguir adelante para poder salir victoriosa al otro lado.

Otros cierres bancarios

Cabe destacar que, en todo el mundo, varias rivales de HSBC están reduciendo operaciones. Y no en todos los casos es simplemente para escapar un mercado que no es redituable. Por ejemplo, Santander anunció en noviembre del año pasado que iba a tener que cerrar cientos de sucursales en su país de origen. Lo anterior, por la presión económica que sufrió a raíz de la COVID-19, la creciente popularidad de la banca digital, y las bajas tasas de interés en la UE.

Un caso un poco más cercano es el de Inbursa. En octubre del año pasado, se dio a conocer que el banco de Carlos Slim tendría que cerrar 64 sucursales en México. Al contrario de HSBC no se motivó la decisión por una cuestión estratégica. Simplemente la pandemia probó ser muy dura para la compañía. En el proceso también se tuvo que prescindir de los servicios de casi 600 colaboradores, lo que contribuyó a la crisis de empleo que devastó al país en 2020.