La cerveza provoca resaca, como toda bebida con alcohol y esta es una de las partes no agradables en el consumo de esta clase de efluvios. Sin embargo, un grupo de investigadores en nutrición del Instituto Griffith de la Salud (GHI), de Australia, trabajan sobre el tema.
Lo que ha descubierto este grupo de científicos es que resulta posible mejorar los efectos hidratantes de la cerveza mediante el uso de electrolitos y sin afectar en mayor medida a su sabor.
Y aunque esto no se trata de incrementar su consumo, porque los efectos nocivos de la cerveza en cuanto a las funciones neurológicas, tras el abuso aún son negativas, por el otro lado, desde hace tiempo se sabe que la cerveza contiene nutrientes positivos resultantes de sus orígenes vegetales y del proceso de fermentación.
Entonces, los científicos del Instituto Griffith trabajan en compensar el efecto deshidratante que el contenido de alcohol provoca y el profesor Ben Desbrow, líder del centro para la Innovación Práctica de la Salud del instituto, explica que no sólo se busca la mejora en las cualidades de la cerveza por su oferta en electrolitos, sino además en la reducción del alcohol para favorecer las funciones hidratantes de la bebida.
Los resultados del trabajo del profesor Desbrow han sido publicados recientemente en la revista International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism y ahora los interesados habrán de esperar cuál marca de cerveza se atreve a incursionar en este mercado.
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