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La campaña fue diseñada con la ayuda de Try, Noruega
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Rema 1000 también se distingue por ofrecer una gama de solo mil productos distintos
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Desde 2016, la cadena de tiendas sostiene una cuarta parte de su mercado nacional
La tecnología inteligente se ha convertido en una parte regular de la vida diaria. De acuerdo con iPropietary Management, se espera que en menos de cinco años se sobrepasen los 75 mil millones de dispositivos conectados a internet en todo el mundo. Por su parte, Research and Markets estima que para 2024, el mercado de los hogares smart sobrepase una valuación de 151 mil 380 millones de dólares (mdd). Esta gran tendencia se nota en más de una campaña.
Por ejemplo, Amazon utilizó a su popular asistente de voz, Alexa, para promocionar su servicio de streaming de música. Tanto la empresa de Jeff Bezos como Google se unieron a una nueva iniciativa de McDonald’s que busca ofrecer empleo a las personas directamente a través de sus dispositivos smart. Qualcomm, para una campaña en septiembre, utilizó varias tecnologías inteligentes para mostrar las posibilidades infinitas de sus ideas en un sistema Rube Goldberg.
Así pues, los dispositivos inteligentes no solo se están adueñando de la tecnología y de la publicidad. También están cada vez más presentes en la vida diaria, conforme más empresas deciden adicionar aparatos y accesorios convencionales con capacidades smart. Para muchas marcas, estas iniciativas están enfocadas a hacer más fácil la vida de las personas. Pero según una campaña de Navidad en Noruega, son simplemente una forma de complicar la existencia.
¿Burla a Amazon y sus dispositivos smart?
La campaña en cuestión es de Rema 1000, una cadena de supermercados en Noruega. La tienda busca darle a sus clientes una experiencia de compra lo más simple y sencilla posible, sacrificando incluso la estética de sus anaqueles por un sistema donde sea fácil comprar. Para Navidad, la marca quiso aplicar esta idea al concepto de las casas inteligentes. En específico, decidió que burlarse de ellas sería una gran forma de promocionar su enfoque de sencillez.
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Así pues, la campaña sigue a una familia en plena Navidad. El padre no tarda en presumir su hogar, repleto de dispositivos inteligentes que controlan desde las luces hasta decoraciones interactivas. Incluso la puerta del hogar se abre solamente a través de reconocimiento facial. Pero cuando el hombre trata de entrar a su vivienda, vestido de Santa Claus, el sistema inteligente simplemente no lo deja. El comercial termina con un copy que exalta la sencillez.
El fenómeno de la campaña que se burla de la tecnología
Si bien no se hace referencia alguna a ninguna empresa de tecnología a lo largo del anuncio, bien podría ser un golpe discreto a la tecnológica de Jeff Bezos. En octubre, se dio a conocer que Amazon había presentado varias solicitudes de patente para refrigeradores, tostadoras y otros electrodomésticos con Alexa. Por supuesto, es posible que la campaña solo se burle de la tendencia general de hacer todo más inteligente. Al final, se trata de una idea muy popular.
La semana pasada, una telecom en Singapur sacó un cursi comercial donde acusa a los smartphones de impedir verdaderas conexiones en Navidad. HP, para promocionar su línea de impresoras, criticó en una campaña la falta de autenticidad que prevalece en redes sociales. Miller Lite dio un mensaje muy similar al de ésta última tecnológica en una activación en octubre. Hasta en países como Reino Unido hay marcas que tienen un mensaje muy parecido.
¿Podría ser que las empresas fuera de la industria de la tecnología estén creando un nuevo cliché para promocionar sus productos? Esta campaña y otras similares así lo parecen indicar. Claro, no es que las críticas a smartphones, computadoras y redes sociales sean nuevas. Pero sí es relativamente reciente su uso continuado y persistente en los mensajes comerciales. Tal vez sería mejor alejarse un poco de esta idea, para no cansar a los consumidores tan rápido.