La inquietud creativa y dinámica mostrada por diversas marcas por abordar las calles ha convertido a las vending machines en un interesante medio, no sólo de distribución, sino de comunicación.
El ejemplo siguiente pertenece a Milka, marca de Mondelez que ofrece otro ángulo para el mercado argentino, en donde usa el lema de campaña Probá el sabor de la ternura (Dare to be tender, en inglés).

La máquina expendedora se colocó en un espacio público junto con una vaca púrpura con la marca impresa y a unos metros de distancia (cuesta un poco de trabajo no pensar en las teorías de Seth Godin).
Para conseguir el producto, las personas no usan dinero, de hecho la máquina ni siquiera cuenta con una ranura para ello, por lo que los transeúntes tuvieron que encontrar la manera de tener acceso a los contenidos de la máquina, mediante un sencillo descubrimiento.
La secuencia tan simple como encontrar el botón en la máquina y en la pata de la vaca. Sin embargo, la distancia entre ambas obligaba a las personas a solicitar ayuda, de modo que debían tomarse de las manos para permitir que una pequeña corriente de energía le ordenara a la máquina liberar el producto.