Buenos Aires, Argentina.- En tiempos en que la competencia es feroz entre los grandes medios por los clicks, no resulta extraño que sucedan cosas como lo que hizo la agencia oficial de noticias de Argentina en un concierto en el que asistieron más de 250 mil personas.
Los pocos shows del cantante Indio Solari (ex líder de la banda Los Redonditos de Ricota) son pocos y multitudinarios. Cada vez que organiza un concierto, asisten más de 100 mil personas y el del sábado 11 de marzo en la ciudad de Olavarría, no fue la excepción.
En un predio preparado para recibir a no más de 150 mil fans, asistió el doble, lo que generó un descontrol imposible de dominar por los responsables de la seguridad. Cuando comenzó el concierto, y cuando se producían avalanchas de gente cerca del escenario, fallecieron dos personas (las últimas informaciones dan cuenta que no murieron por aplastamiento).
Al mismo tiempo que pasaba esto, a 356 kilómetros, en la Ciudad de Buenos Aires, la agencia estatal de noticias Télam informaba, tras haberlo “leído en las redes sociales”, que se habían producido al menos 7 muertos en el show de Solari. Lo hacía sin tener ningún periodista en el lugar.
Como la noticia fue publicada por Télam (repetimos, la agencia oficial de noticias del país), la comenzaron a replicar distintos portales y se viralizó. Nadie chequeó nada. La agencia no lo hizo, y el resto de los medios tampoco.
Perdón
Al otro día de lo sucedido, Télam pidió disculpas “por el lamentable error de haber informado que eran siete las víctimas tras la avalancha en el concierto del Indio Solari en Olavarría”, decía el comunicado. “Las primeras versiones recibidas de fuentes extraoficiales daban cuenta de la cifra publicada, surgida por la confusión inicial”, agregó.
“No se puede hacer periodismo sin periodistas”
Desde la Comisión Gremial Interna de Télam, los trabajadores emitieron un comunicado en el que afirmaron que “ningún medio está exento del error”, sin embargo, denunciaron que este escándalo dejó “al desnudo una forma de conducir la redacción por parte de la empresa que no envió un periodista a Olavarría para evitar pagarle horas extras u otorgarle un compensatorio –se levantó el viaje, que estaba programado desde hace semanas por la sección Espectáculos, el jueves previo- y que no tiene una estructura adecuada en el turno madrugada. No se puede hacer periodismo sin periodistas”.
Sin periodistas, nuestra información tiene el mismo valor que cualquier tweet
“Sin periodistas, nuestra información tiene el mismo valor que cualquier tweet”, expresaron los trabajadores. “La agencia, que debió ser el canal de la certeza y la responsabilidad, alimentó el desconcierto”, agregaron.