La creación de contenidos en todo el mundo ha buscado hablar a cada uno de los segmentos de consumo, con una tendencia cada vez más personalizada y omnicanal.
El director de cine Jimmy Mehiel, registró a Harmony, una sexbot de la compañía Realbotix en Tinder. Todo bajo una descripción muy clara: generar la experiencia “I Want My Sex Machine”.
Mehiel primero pidió permiso a Matt McMullen —el creador de Harmony— para registrarla en Tinder. Luego publicó varias fotos de la muñeca: una en la que se parece mucho a una mujer de verdad y otra en la que reveló su cerebro computarizado.
Todo como parte de la producción de un documental, esta particular cinta busca explicar cómo funcionan los prostíbulos de robots y la industria cinematográfica porno con estos aparatos.
“Hola. Soy una robot anatómicamente correcta y sexualmente competente con la más avanzada inteligencia artificial. Estoy en Tinder para encontrar a chicos interesados en mí”, es la forma en la que se presenta el dispositivo.
En una entrevista de Jimmy Mehiel con el medio británico Daily Star, relata que su movimiento fue parte de la producción de su nuevo documental. Dónde aborda el auge de la industria del robot sexual; y la postura de los seres humanos ante ello.
En Tinder, Harmony fue un éxito rotundo. Obtuvo alrededor de 92 matches. Y al entablar conversaciones con 57 usuarios de la plataforma; resultó que 17 de ellos estaban completamente seguros de querer tener relaciones sexuales con ella.
En contraste hubo 15 personas que aún no se decidían y 25 a los que no les atraía la idea. Con ese grado de respuesta auguramos un futuro prometedor para esta compañía.
