• Las autoridades de Japón están confiando en el laboratorio nacional Takeda para resolver sus problemas con la vacuna

• El grupo farmacéutico está trabajando de la mano de Moderna y Novavax para la distribución de 300 millones de dosis en el país asiático

• También hay un contrato, externo, con Oxford y AstraZeneca para traer otros varios millones de dosis a tiempo para los Juegos Olímpicos

El 2021 debía ser el año en el que el mundo de los eventos por fin empezara a reponerse del golpe de la COVID-19. Pero hay una posibilidad que estas expectativas no se puedan cumplir, empezando por una de las celebraciones globales de mayor calibre en el planeta: Los Juegos Olímpicos. De acuerdo con Reuters, se teme que un problema con una de las vacunas para el virus no pueda ser resuelto a tiempo para lograr la protección de la población y los asistentes.

Concretamente, es posible que la vacuna anti-COVID de Moderna no pueda ser aprobada por las autoridades de Japón sino hasta mayo. Lo anterior, porque el gobierno exige que se lleven a cabo pruebas clínicas locales antes de obtener el visto bueno para su aplicación. El requisito podría hacer complicado que el gobierno pueda completar una campaña de inmunización de escala nacional antes de los Juegos Olímpicos. Y así, podría poner en riesgo a los asistentes.

Japón ya ha logrado apartar 540 millones de dosis de varias farmacéuticas occidentales, que deberían bastar para proteger a sus 126 millones de habitantes. Sin embargo, el requisito de las pruebas clínicas podría retrasar la aplicación de la vacuna. La fórmula de Moderna apenas entrará a este ciclo de análisis este mes. En el mejor de los casos, sería aprobada hasta mayo. Cabe recordar que los Juegos Olímpicos están planeados para celebrarse para el 23 de julio.

Esfuerzos para llevar a cabo el evento a toda costa

No solo Japón se enfrenta al problema de no tener una vacunación suficiente para proteger a su población del virus a tiempo para los Juegos Olímpicos. Ahora mismo el virus está en una de sus etapas más agresivas. De acuerdo con The Sun, Tokio recién declaró un estado de emergencia debido a un pico súbito en el número de casos y muertes en la ciudad. Pero las autoridades locales señalan que están preparados para continuar con el evento deportivo.

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Lo cierto es que el Comité Olímpico Internacional (IOC) y las autoridades de Japón están haciendo todo lo posible para que los Juegos Olímpicos se celebren en julio. De acuerdo con The Guardian, la organización está tratando de conseguir dosis suficientes para proteger a los deportistas. Sin embargo, muchos atletas no quieren “saltarse la cola” y, en última instancia, la decisión de inmunizarlos contra la COVID-19 dependerá totalmente de sus respectivos países.

En este sentido, los Juegos Olímpicos de Tokio están tomando todas las precauciones que se puedan aún sin la disposición de vacunas. Según CNN, se espera que el evento se simplifique significativamente para reducir la posibilidad de contagio entre asistentes, organizadores o los mismos deportistas. Si bien no hay detalles todavía de qué cambios se contemplan, sí se está haciendo un esfuerzo para que las ceremonias de apertura y cierre sean menos exuberantes.

¿Podría ser que no se celebren los Juegos Olímpicos de Tokio?

Tiene sentido que el IOC y las autoridades japonesas se estén esforzando tanto en continuar a como dé lugar con la celebración del evento en 2021. Ya desde mayo pasado habían advertido que, si no se podía llevar a cabo la celebración este año, no podría seguirse posponiendo. En gran parte, porque no se tenía la capacidad económica para seguir empleando a miles en el comité. Pero también para no mantener a deportistas y federaciones en eterna incertidumbre.

Asimismo, la posibilidad de una celebración deportiva mucho más simple ya se había lanzado desde hace varios meses. En octubre el IOC aseguró que se simplificaría la edición 2020/2021 con el objetivo de recortar costos. Si bien se mantendría la cantidad de deportistas y atletas sin modificaciones, sí se harían ajustes en temas “no esenciales”. Entre ellos, los carteles para decoración, las “delegaciones de inversionistas”, las zonas de ocio y el número de intérpretes.