Las relaciones públicas son un proceso comunicativo que permite crear, a través de diferentes medios de comunicación y otros públicos específicos, relaciones que brinden beneficios mutuos. Las campañas de PR funcionan para reforzar el posicionamiento de marca. Es importante considerar que, cuando alguien más habla bien o recomienda tu producto o servicio, adquiere más valor que cuando lo promueves tú. Las relaciones públicas son parte del mix de la mercadotecnia y en ningún momento están peleadas con la publicidad, por el contrario, si se alinean son un excelente complemento.
Sin importar si hablamos de grandes corporativos, PyMES y emprendedores, tener un plan de PR les puede beneficiar porque su correcta ejecución permite:
- Reforzar la identidad de marca
- Mayor engagement por parte de las audiencias
- Generación de opinión pública
- Motivación en temas de comunicación interna
- Prestigio de marca
- Conseguir mejores posiciones de SEO
- Abrir oportunidades de nuevos negocios
Si bien, no existe como tal un modelo preestablecido para crear un plan de relaciones públicas, no se recomienda saltarse los siguientes pasos:
1.Investigación: No existe la acción sin investigación. Antes de definir cualquier acción de nuestro plan, debemos tener claros los objetivos, conocer a detalle el público al cual nos dirigimos y la imagen que queremos transmitir.
2. Definición: Determinar y segmentar los públicos objetivo que pueden extenderse más allá de medios de comunicación y definir los mensajes clave.
3. Entrenamiento: Dar entrevistas y hablar en público no es una ciencia, ¡es un arte!, por lo tanto, es importante elegir voceros adecuados con los conocimientos y la personalidad precisa para transmitir y comunicar de la mejor manera. Se recomienda que los voceros tengan la capacitación necesaria que se requiere para hablar en representación de una compañía y una marca.
4. Hacer un timeline: si las ideas no son escritas y las acciones no son calendarizadas corren riesgo de no ser implementadas a tiempo y de manera adecuada. La línea de tiempo debe de integrar actividades desglosadas, fechas de entrega y responsable de llevarlas a cabo, de esta manera, de evita el “bla,bla,bla” y se muestran mejores resultados.
5. Ejecución: poner en práctica todas las acciones definidas en el timeline. Esta línea de tiempo tendrá que ser acompañada y complementada por un excelente seguimiento derivado de minutas de diversas reuniones, llamadas telefónicas, requisitos e imprevistos. La flexibilidad es tan importante como el orden de un proceso de comunicación.
6. Evaluación: No podemos exigir una mejora continua si no tenemos el hábito de evaluar y medir tanto procesos, como resultados; en la medida en la que analicemos qué y cómo sucedió lo podremos mejorar para siguientes oportunidades.
Las campañas de relaciones públicas son parte esencial para cualquier estrategia de mercadotecnia, incluso, en los procesos de ventas; jamás hay que minimizarlas.