Internacional.- Si bien es cierto que año con año cientos de marcas alrededor del mundo invierten miles de millones de dólares en sponsors deportivos, también es cierto que no todos los patrocinios requieren del mismo nivel de atención o inversión, siendo los grandes patrocinios a torneos como la Champions League o NFL los que requieren una mayor atención.
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Pese a que el contar con un patrocinio oficial sobre la Copa del Mundo o la Champions League requiere de un inversiĂłn titĂĄnica, la labor de aquellas marcas que se asocian con este tipo de torneos no acaba ahĂ, pues el ser sponsor de un torneo de esta envergadura sin invertir en embajadores de marca, puede como comprar un juguete a control remoto y olvidar las baterĂas, puede funcionar pero no de la mejor manera.
Evidentemente para Nissan el ser patrocinador oficial de la UEFA Champions League le brinda ventajas sobre el resto de las marcas automotrices, pero para sacar el mayor jugo de esta asociaciĂłn requiere de embajadores que puedan crear empatĂa con el consumidor para aprovechar al mĂĄximo el alcance que se genera a travĂ©s del patrocinio al certamen.
De tal modo podemos observar como tras la consecuciĂłn del acuerdo de patrocinio a la competencia mĂĄs importante del mundo a nivel de clubes, la compañĂa nipona ha fijado su interĂ©s en contratar a diferentes embajadores de marca en equipos que participan del certamen, pero en equipos de diferentes naciones; Max Meyer en Alemania, Yaya Toure en Inglaterra, Thiago Silva en Francia y AndrĂ©s Iniesta en España.
Situación similar podemos observar dentro de otros eventos como la NFL, donde varios patrocinadores de la liga también deciden fichar como embajadores a algunos jugadores, casos puntuales son Bose y Duracell, quienes cuentan con el apoyo del quarterback Rusell Wilson.
Indudablemente los patrocinios deportivos pueden ser sumamente redituables, siempre y cuando se tengan los recursos econĂłmicos para hacerlos funcionar Ăłptimamente.