Tras un incidente en el que estuvo inmerso el Model X de Tesla hace unas semanas, la fiabilidad de los autos eléctricos quedó en entredicho, las baterías de iones de litio dieron paso a que el vehículo se prendiera en fuego dos veces, 24 horas después del siniestro, y en una ocasión más a seis después del hecho, de acuerdo con un boletín de seguridad del departamento de bomberos de California.
Según Bloomberg, los incendios en los modelos de este tipo son raros, pero la química volátil de sus baterías así como la necesidad de capacitación especial sobre la forma de extinguirlos plantean nuevas interrogantes de seguridad, en momentos donde las armadoras automotrices están en vías de aumentar su producción.
De acuerdo con el medio, las técnicas para apagar los incendios en autos con base en gasolina podrían empeorar la gravedad del fuego en uno a batería. “Estamos en aguas inexploradas”, señaló Donald Sadoway, profesor de química de materiales del Instituto Tecnológico de Massachussetts a Bloomberg.
El incremento en la demanda de baterías elaboradas a partir del litio se ha visto periódicamente afectada por brotes de incendios; desde explosiones en cigarros eléctricos, computadoras portátiles e incluso las baterías de aviones de pasajeros, han generado restricciones por parte de gobiernos.
La Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos ha iniciado investigaciones sobre los recientes incendios en unidades de Tesla; por su parte, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) anunció recientemente que también estaba recopilando información sobre estos episodios.
Además de Tesla, las pesquisas también se han dirigido al Chevrolet Volt de General Motos, así como otros fabricantes, entre ellos, Fisker y Mitsubishi.
A diferencia de la gasolina, que necesita una chispa antes de que se encienda, las celdas de litio contienen sus propios sistemas de encendido que necesitan grandes cantidades de energía que se transforman en calor y se prende al momento de hacer cortocircuito. De igual forma, contienen solventes que son potenciales herramientas para los incendios, esto, además de metales oxidados que pueden proporcionar oxígeno al fuego, lo que complica los esfuerzos para extinguirlo.
A pesar de que sean dado grandes avances en la garantía de las baterías durante el uso normal así como la recarga, es poco lo que se puede hacer una vez que las celdas se rompen durante una colisión violenta, detalló el medio. En el vecino país del norte de tienen registros de 174 mil incendios relacionados con vehículos eléctricos de 2015 a la fecha, con un saldo de 445 personas fallecidas, según datos de la Asociación Nacional de Protección contra incendios.
De tal modo que los esfuerzos de las armadoras deberán centrarse en garantizar la seguridad y protección de los usuarios al momento de adquirir este tipo de vehículos que supondrá el éxito o no del incremento en la ola de pedidos de estos autos.