Hoy, chateando con una amiga mía de hace muchos años, y que ya tengo tiempo de no verla, me di cuenta que los mismos instrumentos que utilizamos para usar el internet, cómo los portales de búsqueda, son fuentes de información que pueden romper nuestra intimidad como individuos en un “pis-pas”.
Y no es que no lo supiera antes, pero de un tema inocente que surgió en la plática, me di cuenta que cada una de las personas que estamos como usuarios del internet estamos expuestos de forma transparente y prácticamente “desnudos” si alguien, quien sea, quiere saber de nosotros.
Ya no se trata nada más de que sepan, donde vivo, trabajo, estudio y otros aspectos de mi vida que hasta yo mismo expongo en mis redes sociales. Se puede ir, como todos sabemos, a que sepan que es lo que nos gusta, que no, lo que acostumbramos ver en internet, nuestros intereses, deseos, creencias…en fin, se meten en la cabeza de cada uno de nosotros. No soy dramático ni hablo de ciencia ficción. Es la realidad que nosotros como publicistas y mercadólogos aprovechamos para acercarnos de una manera cada vez más íntima con nuestro público de interés.
Les comentaba acerca de la plática con mi amiga. Nos preguntábamos la edad de una persona que habíamos conocido en común, y mientras jugábamos a hacer cálculos matemáticos, me dijo: “¡Ya se! ¡Tiene 66!” “¿Y cómo lo sabes?” le pregunté. “Lo busqué en Google” me respondió como si hubiera visto la bola mágica de alguna bruja famosa.
Así es, como me lo había confirmado otro amigo, coincidentemente hoy también: “Google sabe mucho de nosotros”.
CONOSCO, la empresa inglesa que ofrece servicios de tecnologías de la información, elaboró una infografía que nos muestra todo lo que Google puede llegar a saber de cada uno de nosotros. Todo gracias a que usamos sus diferentes plataformas relacionadas (Chrome, Gmail, Google Drive, etc.).
YouTube, Android, Picasa, Waze, Google Maps y Songza entran también al juego de recopilar nuestra información.
Google sabe lo que hacemos en línea, pensamos, donde vamos, con quien hablamos, en que gastamos nuestro dinero. Y ya ve a futuro nuestro comportamiento.
Sale entonces mi doble personalidad, “Dr. Mora y Mr. Publiglodita”, por un lado me alegro de que exista una herramienta que nos dé información mas real de los consumidores. Por otro lado, digo “Que miedo” y no me atrevo a meterme de nuevo al internet. No vayan a encontrar alguno de los gustos culposos que tengo, bueno, tenía, solo para mi.
Esta es la infografía:
