Hace una semana se volvió viral un video en el que un joven, aficionado al América, le narra a su hermano, quien padece de ceguera, el gol con del Cruz Azul, que en ese momento representaba el recorte de diferencias a dos tantos contra uno a favor del conjunto de Coapa, que finalmente terminó con marcador de tres goles contra uno.
Un americanista le narra el penal a su amigo invidente en el Estadio Azul.
Esto es lo que hace el fĆŗtbol… pic.twitter.com/ZTFDgkatFD
— Chaco GimĆ©nez Fans (@Chaco_Fans) 15 de octubre de 2017
Este momento de fraternidad por encima de los colores del equipo recordó en el imaginario colectivo la campaƱa “Vivir es increĆble” en la que la aseguradora GNP realizó en 2004 un mensaje similar; en el comercial un padre y su hijo (con debilidad visual, aficionados de las Chivas, asisten al Estadio Azteca para presenciar el clĆ”sico nacional entre el Gudalajara y el AmĆ©rica, a pesar de que las Ć”guilas anotaron un gol, un seguidor de ese equipo le comenta al menor de edad que el gol fue marcado por el rebaƱo.
Esta sensación de unión por encima de las diferencias, propició que tanto la publicidad de la firma, como el video del pasado fin de semana lograrÔ insertarse en el recuerdo de las personas; de tal modo que según reportes de medios, el club América invitó a los protagonistas del clip para presenciar el encuentro correspondiente a los octavos de final entre América y Cruz Azul del torneo de Copa que se llevó a cabo el pasado martes en la cancha del Estadio Azteca.
Para este deporte, este tipo de actos refuerzan el origen del mismo al tiempo que se elimina, aunque sea por un momento, la sensación de violencia que se llega a sentir en los estadios del futbol mexicano a causa de las barras y de los conflictos entre las mismas dentro y fuera de los inmuebles es un momento de oportunidad para los equipos y los patrocinadores.