Una queja tan común como creciente de los padres en todo el mundo es que sus hijos adolescentes pasan demasiadas horas recostados en sillones y sofás jugando videojuegos, compartiendo selfies con amigos en línea y riéndose de los videos publicados en plataformas digitales. La revolución electrónica ha provocado cambios en los patrones de movimiento entre los niños y los adolescentes, con el reemplazo de juegos activos por los digitales, con lo que dejan de caminar y moverse. Son ellos quienes pertenecen a la llamada “generación pantalla”.
Según Regina Guthold, experta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en salud infantil y adolescente, la mayoría de los adolescentes no hacen suficiente ejercicio, ya que el tiempo frente a la pantalla reemplaza cada vez más la actividad física en los hogares de todo el mundo.
En un estudio publicado en la revista Lancet Salud Infantil y Adolescente, detalla cómo más de cuatro quintas partes de los jóvenes de entre 11 y 17 años no realizan la actividad física recomendada, que es de por lo menos una hora diaria.
Se trata de un grave problema, pues los adolescentes activos tienen corazones, huesos y músculos más sanos y tienden a no tener sobrepeso, al mismo tiempo que el ejercicio los ayuda a socializar y a pensar con mayor claridad.
Durante toda la vida, mantenerse activo puede reducir la amenaza de muchas enfermedades; desde ataques cardíacos hasta derrames cerebrales y diabetes.
En este contexto, Google introdujo al mercado el Fitbit Ace LTE, un reloj inteligente diseñado específicamente para niños, enfocado en promover la actividad física a través de juegos interactivos. Este dispositivo, presentado recientemente, busca entretener a los más pequeños y motivarlos a moverse y mantenerse activos de manera divertida y educativa.
Para lograrlo, el reloj cuenta con Fitbit Arcade, un conjunto de juegos diseñados para aprovechar el movimiento del usuario. Según la empresa, este enfoque incentiva a los niños a ser más activos físicamente, ya que cuanto más se mueven, más avanzan en los juegos y más recompensas obtienen, creando así un ciclo positivo que promueve hábitos saludables desde temprana edad.
El dispositivo mide diversas actividades físicas como el número de pasos, los saltos y el tiempo de actividad diaria, mostrándolas de manera visual a través de un anillo de actividades llamado Noodle en la pantalla principal del reloj. Cuando los niños alcanzan sus objetivos de movimiento diario, Noodle celebra con animaciones divertidas, motivándolos aún más a mantenerse activos y superar sus propios registros.
Además de ser un dispositivo de entretenimiento y motivación física, el Fitbit Ace LTE ofrece a los padres una herramienta de tranquilidad y seguridad. Equipado con conectividad LTE integrada, permite a los padres seguir la ubicación en tiempo real de sus hijos, así como comunicarse con ellos a través de llamadas, mensajes de texto y mensajes de voz. Esta función es posible sin necesidad de que los niños tengan un celular adicional, lo que facilita la comunicación constante y la supervisión familiar.
El reloj inteligente también está diseñado para que los menores puedan llamar a sus padres en caso de emergencia. Para poder usarla “los padres simplemente descargan la aplicación Fitbit Ace para iOS o Android en su teléfono y los niños estarán listos y funcionando en minutos. No es necesario comprar una tarjeta SIM, pagar una tarifa de activación o visitar un proveedor”, aseguró Google en un comunicado.
El reloj también incluye una función de contactos de emergencia, permitiendo que los niños puedan llamar rápidamente a sus padres o a otros contactos predefinidos en situaciones urgentes, asegurando que puedan estar siempre disponibles en caso de necesidad.
El Fitbit Ace LTE está equipado para el uso activo de los niños y su batería tiene una capacidad de hasta 16 horas de duración. Con resistencia al agua hasta 50 metros y protección contra golpes y arañazos gracias, sin comprometer su funcionalidad ni durabilidad.
Este reloj inteligente ofrece la capacidad de establecer un horario escolar, permitiendo a los padres configurar períodos de tiempo durante los cuales ciertas funciones, como los juegos, están restringidas para evitar distracciones durante las horas de clase.