Reino Unido.- La navidad se acerca a pasos agigantados y la publicidad tiende a repetir los mismos conceptos de siempre. Entonces, cuando un comercial apunta a nuestros verdaderos deseos, deja de ser una simple pieza publicitaria y apela a lo que de verdad sentimos. Es sólo una idea, pero vale la pena darle una vuelta.
En todo el mundo, la festividad de fin de año se vuelve una excelente oportunidad para el marketing. Sin embargo, las ideas difieren poco de lo que se ha hecho en otros años y cuando éstas cambian, generan un interesante boom que no es posible ignorar. Es el caso de este comercial de Harvey Nichols, una tienda britÔnica, realizado por Adam & Eve DDB London, que propone una idea genial: Sorry, I spent it on myself (Perdón, lo gasté en mi).
El comercial fue subido hace dos dĆas a YouTube y ya tiene mĆ”s de 74 mil visitas. ĀæPor quĆ©? De seguro porque hace un guiƱo a aquello que muchos esperanā¦regalarse en estas fiestas algo que realmente queramos. Es obvio que el tenor de la celebración se relaciona con la generosidad, pero tambiĆ©n con la auto generosidad, cosa que olvidamos a diario.
Los diÔlogos, en inglés, muestran lo bÔsico: lo insólito que es recibir una tarjeta en la que se confiesa que el regalo no es para el que lo recibe, sino para el que lo da, pero ha sido celebrado por los visitantes, con bombos y platillos.