Tijuana, MĂ©xico.- Durante una presentaciĂłn en la ciudad de Tijuana, el cantante Enrique Iglesias se lastimĂł la mano al tratar de sostener un “Drone” que hacia labores de grabaciĂłn aĂ©rea. El tema se convirtiĂł en noticia casi de inmediato, en gran medida por el profesionalismo del cantante que siguiĂł el concierto sĂłlo despuĂ©s de pintar un corazĂłn en su camisa blanca.
El efecto en tĂ©rminos de relaciones pĂşblicas fue fenomenal, seguramente Joe Bonilla no pensĂł que su fotografĂa en Instagram tuviera mayor repercusiĂłn; sin embargo, terminĂł por aparecer en más de un medio extranjero. Tan sĂłlo en twitter se sumaron 843 millones de menciones de Enrique Iglesias.
El incremento de drones como herramientas de grabaciĂłn o entretenimiento se ha vuelto un tema importante en marketing y publicidad. En esta ocasiĂłn no hubo mayor consecuencia; sin embargo, en distintos paĂses se comienza a discutir el nivel de permisos que podrĂan ser necesarios para operar estos aparatos aĂ©reos. Por ejemplo, la Federal Aviation Administration o FAA cuenta con una página para educar a los usuarios de estos aparatos ya sea para uso recreativo o profesional.
En los próximos años se espera que el uso de este tipo de aparatos se haga más común en las ejecuciones de marketing y comercalización. Desde entrega de productos a tu hogar (estrategia promovida por Amazon) hasta grabaciones de conciertos.
En marketing el uso de drones se ha convertido en recurso comĂşn para atraer la atenciĂłn de internautas, un ejemplo evidente son los videos de Dave Anderson que utilizan aparatos voladores para crear asombrosos videos, al momento suman más de 10 millones de vistas en youtube. El reto para las empresas de marketing y marcas es encontrar profesionales en una disciplina que tiene muy poco tiempo en el mercado, tambiĂ©n es cierto que no existe una legislaciĂłn clara en MĂ©xico o en la mayorĂa de los paĂses de AmĂ©rica Latina. Encontrar el balance entre innovaciĂłn y seguridad siempre es un reto, los drones no son la excepciĂłn.