En 2010 la Universidad de Maryland hizo un experimento en el que analizó en qué medida los jóvenes estaban enganchados a las redes sociales y a los teléfonos móviles.
Encerró a 200 estudiantes durante 24 horas sin acceso a ningún tipo de tecnología social y los estudiados manifestaron síntomas similares a los que sufren las personas que acaban de abandonar una adición a las drogas o al alcohol.
Durante 2013 ya no se concebía un día sin utilizar la red social. Este panorama alterno era objeto de videos a modo de broma:
Sin embargo, este 2018 las condiciones para imaginar un día sin Facebook son totalmente distintas. Uno de las peores crisis de credibilidad y filtración de datos se vivió recientemente de la mano de Facebook y Cambridge Analytica, en donde más de 87 millones de usuarios vieron comprometida su información.
El problema tuvo como principal foco de afectación el mercado estadounidense; sin embargo, otras naciones, entre las que destacan México, también se vieron afectadas de manera considerable.
Datos entregados por la propia plataforma social indican que México ocupa la quinta posición dentro del Top 10 de los países más afectados por esta filtración.
Debido a esto, Mark Zuckerberg deberá comparecer ante el Congreso de Estados Unidos para dar su versión, por lo que activistas consideraron que es el mejor momento para protestar en contra de la plataforma.
Como el movimiento Delete Facebook no tuvo gran respuesta, por ser muy radical, Laura Ullman, portavoz de la campaña de complot contra Facebook, pidió a los usuarios en el mundo que al menos por un día no usen la plataforma ni las aplicaciones pertenecientes a Facebook, incluidas Messenger, WhatsApp e Instagram.
Para quienes de plano no pueden dejar las redes sociales, los activistas solicitaron que por medio de Twitter o cualquier otra red social, coloquen mensajes individuales dirigidos Zuckerberg y sus respectivas naciones, con el hashtag #Faceblock.
