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Como parte del cambio de Waymo, se renombrará su campaña educativa “Let’s Talk Self-Driving” a “Let’s Talk Autonomous Driving”
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Mientras que el nuevo término se traduce literalmente a conducción autónoma, el más popular significa “conducción independiente”
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Sin embargo, el término de conducción autónoma abarca desde software de asistencia hasta autos que no requieren intervención humana
Uno de los retos más comunes que enfrenta Tesla en sus esfuerzos de marketing es la forma en la que se refiere a su software de conducción autónoma. El término preferido en inglés, self-driving, para muchos reguladores y clientes significa que los coches de la marca son capaces de moverse sin supervisión. Es un concepto que no solo utiliza esta compañía, sino que otras marcas en la industria usan regularmente. Entre ellas la marca de Google en el sector, Waymo.
Sin embargo, de acuerdo con The Verge, la subsidiaria de Alphabet está lista para dejar atrás este término engañoso, y de paso darle un golpe a Tesla. Waymo anunció que dejará de usar el término de “self-driving cars” para referirse a sus automóviles. La marca hermana de Google dijo que empezará a usar un lenguaje más deliberado en materiales educativos y comerciales a futuro. En especifico, usará “autonomous driving”, que literalmente es conducción autónoma.
Como parte de este cambio, Waymo también le dió un golpe no tan sutil a la líder del sector. Según The Verge, señaló que el cambio, aunque pequeño, ayudará a diferenciar las diferentes tecnologías existentes en el mercado. Y en específico, marcar una división entre el software de conducción autónoma total que está desarrollando y los programas de asistencia al usuario de otras marcas que se dicen “self-driving”. El proyecto de Tesla está en la segunda categoría.
Más que una cachetada limpia contra Tesla
Vale la pena mencionar que Waymo no es la única que se ha molestado con el proyecto de Elon Musk y la forma en la que promociona su conducción autónoma. Para julio pasado, como lo apunta Business Insider, las autoridades de Alemania consideraron que el lenguaje que usa Tesla para su Autopilot son engañosas. Y en ese sentido, prohibió que la tecnológica pudiera emplearlas para su contenido promocional. Esta fue solo uno de varios incidentes similares.
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Por supuesto, Tesla no es la única empresa que ha sido acusada de exagerar la capacidad de su software de conducción autónoma. De acuerdo con Reuters, en 2016 se dio un caso muy similar con Mercedes-Benz. Entonces, se le acusó de usar terminología engañosa para un anuncio de su modelo E-Class. En el spot, según varios grupos de defensa del consumidor, se sugería que el vehículo podía manejarse independientemente, en vez de ser solo un asistente.
Lo cierto es que estos malentendidos tienen el potencial no solo de ocasionar accidentes fatales entre los primeros usuarios de la conducción autónoma. Bien podrían afectar el futuro de la industria como un todo. De acuerdo con Ericsson, ya muchos consumidores están muy interesados en este tipo de vehículos. Sin embargo, aún tienen miedo de confiar del todo en su capacidad. Un lenguaje poco claro solo contribuiría más a la desconfianza que aún persiste.
Continuará la competencia de marketing
Independientemente de la propuesta de Waymo, es probable que Tesla continúe empujando la narrativa de su software como una plataforma de conducción autónoma total. Hasta la misma comunidad de la marca es responsable de este tipo de mensajes. Hace poco se hizo viral a un cliente de la automotriz que logró hacer un viaje redondo de Los Ángeles a San Francisco sin tomar el volante más que una vez. Algo que se logró con la versión beta del software de Musk.
Tiene sentido que Tesla quiera seguir empujando la narrativa de éxito y conducción autónoma total de sus vehículos. Varios de sus competidores están incómodamente más cerca de crear una plataforma similar a la suya capaz de manejar sin supervisión humana alguna. Por ejemplo Amazon, a través de su subsidiaria Zoox, reveló hace poco su versión de robotaxi urbano. Un vehículo que podría estar listo en apenas unos años para su uso entre los consumidores.