Las estafas en internet no son nuevas, desde que se inventó el correo electrónico algunos bribones lo han utilizado para engañar a ilusos que creen que pueden sacar dinero fácil. Los correos sobre “príncipes nigerianos” son un clásico en la red pero ahora la creatividad de los ladrones tuvo un resurgimiento: solicitan recursos para rescatar a un astronauta nigeriano que está perdido en el espacio.
Las historias de fraude online son graciosas pero son un problema grave. Según datos de Statista, en 2014 se perdieron más de 800 millones de dólares por engaños vía internet, la mayoría relacionados con la confianza y el romance (donde las mujeres fueron las principales víctimas al perder 71 millones USD), así como fraudes automotrices, inmobiliarios y extorsión.
Los intentos de convencer a desconocidos no son nuevos. A finales de los noventa eran populares los correos no deseados en los que un supuesto príncipe o inversionista nigeriano necesitaba ayuda para poder sacar grandes cifras de dinero de su país y lo mejor es que estaba dispuesto a compartirlo.
Después los estafadores se dedicaron a hacerse pasar por bancos e instituciones financieras para obtener claves, lo que hoy conocemos como phishing. Pero parece que ahora la creatividad regresó a Nigeria después de que alguien vio la película The Martian, protagonizada por Matt Damon.
De acuerdo con un reporte del sitio Anorak, circula un correo de estafa escrito supuestamente por un científico de la National Space Research and Development Agency (NASRDA) que cuenta la historia de un astronauta nigeriano que voló al espacio en un viaje secreto en 1979. Está en una estación espacial secreta rusa, pero desde que se desintegró la Unión Soviética está en la órbita terrestre.
Todo el tiempo que el astronauta ha estado en el espacio no ha podido cobrar sus cheques y según el correo tiene más de quince millones de dólares ahorrados. Por eso están recaudando fondos para traerlo de vuelta y, obviamente, el astronauta está dispuesto a compartir su fortuna.
Estos casos son graciosos pero no son pocas las personas que caen en estos fraudes o en engaños aún más elaborados.
