Esto es una verdad inobjetable, pero reflexionando un poco, nos suele explicar algo más: estos valores regularmente los reflejan los deportistas, los practicantes del deporte.
Los aficionados, en cambio, pueden verse proyectados en esos valores y sentimientos y emociones que el deporte genera y, por ello, el fútbol por ejemplo es un gran vehículo de conexión con estos fans. Sin embargo, como todo en la vida, existen contras, existe un lado obscuro para una fuerza positiva. El fanatismo como pretexto.
Lo ocurrido en Querétaro, donde aficionados de las Barras del Club Gallos Blancos y el Atlas de Guadalajara se enfrentaron en el Estadio Corregidora es lamentable, triste, desgarrador… Y podemos hablar de las implicaciones económicas, de imagen, de marca, pero la magnitud de lo vivido supera todo esto.
Tras las imágenes que circularon en medios sociales y lo que presenciamos en vivo por la TV, ¿cuánto puede ayudar una estrategia para manejo de crisis o branding? La magnitud de lo ocurrido rebasa un problema de reputación de marca. Lo único que se puede hacer es contener y sobre todo, actuar.
Hay un proceso neurológico que, simplificado, se explica como: “Pienso, hablo, actúo”. Este proceso es el que diferencia a las personas y a las organizaciones entre excelentes y el resto. Lo que pienso hacer lo expresó… y lo acciono.
Es momento de actuar, pero por la magnitud de la situación también es momento de ser mesurado y cauto. Es cierto que queremos soluciones, queremos encontrar culpables y responsables (y deben encontrarse), pero también hay que saber actuar rápido y a la vez con prudencia, porque esto tiene muchos factores, hay muchas materias que deben conciliarse, diligencias que hacer para que nada quede descuidado, detalles que atender, pero sobre todo heridas que empezar a curar.
Heridas físicas, heridas culturales, heridas sociales, porque esto, solo nos ha reflejado como sociedad en un mundo que se está volviendo post-pandemia. Las sanciones y acciones hasta el momento han sido criticadas por no ser lo que esperaban. Para mí, son buenas bases para sentar un antes y un después, tanto las tomadas por la LigaMX / Federación Mexicana de Futbol y las que poco a poco han ido anunciando los clubes mexicanos como Atlas y Santos de Grupo Orlegi y Chivas de Grupo Onmilife.
Es momento de pasar a la acción, si estas medidas se instalan y se normalizan se empezará a desarrollar una nueva cultura dentro de los estadios y esto implicará necesariamente cambios de comportamiento en el consumidor, especialmente a la hora de tomar la decisión de asistir a un estadio.
El famoso “journey de compra” cambiará, y quizás haya un período de adaptación y luego todo fluirá. Actuar es la mejor de superar lo ocurrido. De forma continua, constante y sobre todo consistente, el tiempo irá cerrando esa herida que se abrió. Y este es el gran reto que la industria del fútbol enfrenta en México. La consistencia entre lo que pienso, hablo y hago es lo que da muestras de la integridad de una persona e institución. Le llaman congruencia y es un buen momento para que todos seamos congruentes: desde aquellos que se indignaron por lo sucedido hasta las autoridades de todos los niveles que tienen algo que hacer para que podamos estar seguros en los espacios de convivencia.
Con más calma, con más acciones llevadas a cabo y con más información certera, pasaremos a hacer un análisis más profundo de las implicaciones de las decisiones anunciadas esta semana y lo que implicará para la industria del deporte en México.
Querétaro, y es muy pronto para decirlo, porque el dolor sigue ahí, es una gran oportunidad de cambiar las cosas. Y veo señales de que algunas puedan modificarse, pero todo, todo, se reduce a algo: acción.
“Nuestras acciones hablan sobre nosotros tanto como nosotros sobre ellas”.
- George Eliot(1819-1880)- Seudónimo de Mary Anne Evans. Novelista británica.