Desde que Uber llegó al mercado, una de las grandes críticas que ha enfrentado está relacionada con las garantías, protección y apoyo que brinda a sus empleados y colaboradores.
Para muchas organizaciones y autoridades de gobierno, es un problema importante que Uber no reconozca a sus choferes y repartidores como empleados.
El argumento parece sólido; aunque esta fuerza laboral es la que permite que Uber y sus diferentes áreas de negocio crezcan, lo cierto es que no existe una sólida gestión de capital humano.
La denuncias históricas
El problema es histórico y ha costado a Uber millones de dólares en la solución de demandas.
La negativa de Uber por asumir sus responsabilidades como empresa empleadora, tan sólo en abril de 2016, le reportaron gastos por 84 millones de dólares en la resolución de demandas a 385 mil demandantes que presentaron denuncias para ser reconocidos como empleados durante 2013.
Hacia 2017, la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés) decidió multar a la empresa con 20 millones de dólares por prácticas laborales engañosas, después de que conductores de 18 ciudades estadounidenses denunciaron que la compañía los engañó con ganancias “desproporcionadas” y afirmaciones que no eran ciertas sobre el financiamiento para adquirir vehículos propios.
Con el paso del tiempo estos problemas sólo se han agravado a niveles en los que diversos gobiernos han reformado sus leyes para obligar a plataformas como Uber ha entregar entender a sus operadores como empleados con las responsabilidades y derechos que esto implica.
Uber quiere dar vacaciones
El impacto que esta polémica ha generado en la reputación de la firma parece haber llegado a un punto sin retorno y ahora es la propia plataforma de transporte la que aboga por que se generen leyes que den respaldo a los choferes y repartidores que trabajan para sus servicios.
Cuando menos así lo deja ver una reciente columna firmada por el presidente ejecutivo de Uber, Dara Khosrowshahi, misma que publicada este lunes asegura que los trabajadores de la plataforma merecen disfrutar de “lo mejor de dos mundos”: beneficios y flexibilidad laboral.
En el mencionado artículo de opinión publicado en The New York Times, Khosrowshahi lanzó una propuesta a los legisladores para que exijan a las empresas que forman la llamada gig economy crear fondos de beneficios que entreguen a los trabajadores “dinero en efectivo que pueden usar para los beneficios que desean, como seguro médico o tiempo libre pagado”.
De manera puntual, el representante de Uber aseguró que “nuestro sistema de empleo actual está desactualizado y es injusto”, al tiempo que detalló que el sistema actual “obliga a cada trabajador a elegir entre ser un empleado con más beneficios pero menos flexibilidad o un contratista independiente con más flexibilidad, pero casi sin red de seguridad. Es hora de ir más allá de esta falsa elección”.
Es importante mencionar que esta vez no es la primera vez que Uber pone el tema sobre la mesa. La creación del mencionado fondo apareció en en una entrada de blog así como en un documento dirigido a los legisladores y a otras compañías que operan de manera similar a Uber.
Un punto flaco
Esta postura es interesante luego que las autoridades reguladoras del estado de California diera a conocer la resolución sobre la nueva ley trabajadores bajo demanda de California, emitida a inicios de este año, pero que había sido apelada por Uber Technologies Inc y Lyft Inc, al ser las empresas más afectadas.
En ese sentido, la Comisión de Servicios Públicos de California (CPUC, por su sigla en inglés) emitió una orden en la que se establece que se “tiene que hacer cumplir la ley estatal”, por lo que todos los conductores de las compañías de redes de transporte (TNC, por sus siglas en inglés), deben acatar lo estipulado por la misma.
“Por ahora, se supone que los conductores de TNC son empleados y la Comisión debe asegurarse de que las TNC cumplan con los requisitos que son aplicables a los empleados de una entidad sujeta a la jurisdicción de la Comisión“, señaló la CPUC en un comunicado citado por Reuters.
La coherencia de la marca, por tanto, está en entredicho y aunque sus intenciones son buenas, estas deberán estar acompañadas por acciones que caminen por el mismo sentido si no quiere ver afectada su reputación.