En algunas ciudades de Latinoamérica, Uber ha logrado posicionarse y, a pesar de las protestas de taxistas, lograr una cuota de mercado de la que difícilmente retroceda.
Sin embargo, más allá de la mayor o menor penetración, no conseguía un aval federal en los países en que está presente, una ley que habilitara de forma general y abarcativa.
Precisamente eso es lo que logró la app de transporte esta semana en Brasil, en lo que muchos consideran como “la gran batalla ganada por Uber” y la que le posibilitará ganar “la guerra”.
“Uber ganó su primera batalla legal en Latinoamérica después de que el congreso brasileño aprobara un marco regulatorio para el funcionamiento de Empresas de Redes Transporte (ERT)”, publicó LPO.
Esta norma le otorga a la empresa y marco general que no ha conseguido en la gran mayoría de los países donde hubo protestas. “La normativa les da a los municipios la ‘competencia exclusiva’ para reglamentar y fiscalizar los servicios mientras que los conductores deberán tener seguros especiales”, amplía el medio especialista en política y negocios.
Según el texto de la ley, cada distrito se encargará de controlar que los vehículos y los choferes cumplan con el Código Nacional de Tránsito. Además, los municipios podrán imponer otras exigencias locales.
Brasil suaviza regulaciones para aplicaciones como Uber https://t.co/NwHEExdMVG pic.twitter.com/jEQnomDI2E
— Cronistacom (@Cronistacom) 2 de marzo de 2018
Por otra parte, los choferes estarán obligados a inscribirse en el sistema de seguridad social y tendrán en su registro una identificación particular.
Cambios
Si bien el proyecto original exigía que los vehículos llevaran una matrícula roja que los diferenciara y obligaba a que los conductores fueran los propietarios de sus vehículos, eso no prosperó en el debate, y fue quitado del texto final.
Según datos de la compañía estadounidense, en los segundos seis meses de 2017, los conductores de Uber realizaron más de 500 millones de viajes en Brasil, la misma cantidad que en los 42 meses anteriores.
Para tener una dimensión del negocio del transporte privado en Brasil basta decir que Didi Chuxing compró 99, una compañía local que acapara una porción importante del mercado de viajes.
Hay un párrafo clave en la ley brasileña cuando reafirma que “se trata de un servicio distinto al del transporte público”. Para Uber, ese encuadramiento es vital para negociar luego con cada municipio los requisitos.
Por otra parte, con una ley federal que lo avale, las protestas de taxistas ya no tendrán parte de sus argumentaciones como respaldo.
Uber se va del sudeste de Asia
Por otra parte, se conoció este jueves que Uber quiere vender la mayor parte de sus operaciones en el sudeste asiático. Lo haría a su competidor local llamado Grab. A cambio, querría sostener una participación de hasta un 30 por ciento en esa empresa.
La información publicada por Bloomberg habla de un interés del 20 por ciento en esa participación y The Wall Street Journal menciona que llegaría al 30 por ciento.
