No hay duda, el mes de marzo pasará hasta el momento como el peor mes de Uber. La empresa de Travis Kalanick sigue en el ojo del huracán, los medios no han cesado de cubrir un escándalo tras otro. El problema se centra en algo un poco más excéntrico y que algunos han llamado un experimento social, pero que en realidad está ligado a ciencias del comportamientos en la búsqueda de la mejora en eficiencia y eficacia de los corporativos. Según un artículo del New York Times la empresa de transportación personal pidió a sus gerentes hombres que utilizaran perfiles de mujeres al momento de comunicarse con un chofer masculinos. La empresa aparentemente detectó que un chofer trabajaría más si una mujer le pidiera las cosas. Uber no es la única empresa que ha implementado este tipo de ejercicios mentales, en el segmento de Retail, J. Crew utiliza el email [email protected] para firmar todos los pedidos, en lo que parece ser un esfuerzo de dar una cara más amable a los clientes.
Un tema que llama la atención es la baja participación que tienen la mujeres dentro de Uber, sólo representan el 22 por ciento del equipo de liderazgo de la firma y el 15 por ciento de los puestos de tecnología. De hecho, los datos muestran que el 36 por ciento de los empleados globales de Uber son mujeres. Sería más fácil contratar el genero femenino que hacer pasar a los gerentes masculinos por mujeres, en especial si el experimento tuvo resultados favorables. Según un artículo de Slate los choferes hombres responden mejor a instrucciones que vienen de una mujer, en Dallas Texas, el gerente de operaciones John P. Parker se cambió el nombre a Laura en las comunicaciones con choferes parea obtener mejores resultados.
Es definitivo que este último hallazgo no podría considerarse un escándalo; sin embargo, creo que muchos pueden coincidir en que la práctica es muy extraña. Un empleado o proveedor tienen el derecho de suponer que una comunicación con una empresa está basada en la honestidad, el cambio de genero cae dentro de esa categoría. Por otro lado, la inteligencia artificial se ha manifestado en el género femenino y no sorprendería que en un futuro las indicaciones de un gerente de operaciones de Uber vengan de un proceso automatizado sin interacción humana. La feminización del contacto humano se ha vuelto una tendencia uniforme en la industria de la tecnología. Alexa, Cortana y Siri son todas voces femeninas, una muestra de que la atención o percepción favorable hacia la mujer es mayor.
Mujeres e Inteligencia Artificial
Entre 2013 y el primer semestre de 2016, las ganancias netas de Uber crecieron de 104 millones a 2 mil 060 millones de dólares, según Gawker Media, mientras que, en México, la aplicación tiene a más de 1.2 millones de usuarios. Sus acciones en automatización y experimentos sociales como gamefication no son nuevos. Después de frenar su proyecto de conducción autónoma en Arizona por un accidente, Uber reanudó su servicio de vehículo sin conductor pero solo en San Francisco, al tiempo que continúa desarrollando su esquema de automóviles autodirigidos.
Para empresas como J Crew y Uber el uso de presencias digitales femeninas ha sido benéfico en el primer caso con el consumidor y el segundo con asociados / proveedores. Esta tendencia parece ir en incremento y con la llegada de la Inteligencia Artificial podríamos ver la personalización de presencias basadas en género. Si respondes mejor a la interacción con una mujer, eso obtendrás, de lo contrario será con una voz masculina. El mundo del servicio al cliente y contacto digital cada vez se hace más interesante, y un poco más extraño.