Las compañías de servicios de traslados Uber y Lyft suspendieron sus operaciones en Austin, Texas, luego de que se ratificó una reglamentación que exige que los choferes se sometan a pruebas que incluyen registro de huellas dactilares y antecedentes penales.
Hace poco, las autoridades de la capital de Texas presentaron un reglamento para que los choferes de servicios como Uber y Lyft trabajen bajo sistemas estrictos en lo que se refiere a un registro de sus huellas dactilares y revisión de sus antecedentes penales.
El sábado pasado el 56 por ciento de los votantes de la ciudad se manifestaron en contra de una propuesta que eliminaría las reglas mencionadas para los choferes y que entrarán en vigor en febrero de 2017.
Uber y Lyft habían amenazado con suspender sus operaciones en la ciudad si esto ocurría. Y este lunes lo cumplieron.
De acuerdo con varios reportes, desde las ocho de la mañana del lunes Uber y Lyft dejaron de funcionar, por lo que más de diez mil choferes no pudieron trabajar y los habitantes de Austin regresaron a los tiempos del taxi y el transporte público.
Según WGN, Uber y Lyft invirtieron nueve millones de dólares en una campaña para que los ciudadanos de Austin votaran por el sí. Pero la estrategia no funcionó.
El caso no es exclusivo de Austin, en otras ciudades de la Unión Americana, como Chicago, Los Angeles y Atlanta, están comenzando a aplicar reglas similares. No son pocos los lugares donde el modelo de sharing economy como el de Uber enfrentan intentos de mayor regulación por parte de las autoridades.