El pasado 13 de junio, el máximo CEO de Uber, Travis Kalanick, dio un paso al costado de la compañía de manera temporal con el objeto de facilitar las investigaciones que pesan en su contra por acoso sexual.
Todo había comenzado a comienzos de año, como una simple discusión entre un conductor de su compañía y Kalanick, pero luego se sumaron más denuncias de ex trabajadoras por prácticas sexistas.
Sin embargo, a menos de 10 días de la primera decisión, finalmente Kalanick decidió abandonar de manera indefinida la compañía: “El director ejecutivo de Uber presentó su renuncia”, publicó este martes The New York Times. Bueno, en realidad, no tuvo opción.
“Cinco de los principales inversores le exigieron que renuncie inmediatamente. Uno fue uno de los mayores accionistas, la firma de capital de riesgo Benchmark, que tiene a uno de sus socios, Bill Gurley, en el directorio de Uber”, publicó el medio estadounidense.
Según el mismo medio, los inversionistas le enviaron una carta titulada “Moving Uber Forward”, en la que le dijeron a Kalanick “que debía partir inmediatamente y que la compañía necesitaba un cambio en su liderazgo”. “Kalanick, de 40 años, consultó con algunos miembros del consejo de Uber, y después de largas conversaciones, accedió a renunciar, aunque permanecerá en el consejo de administración de Uber”, detalló NYT.
“Amo a Uber más que a nada en el mundo y en este momento tan difícil en mi vida personal he aceptado la solicitud de los inversores de dar un paso al costado para que la compañía pueda volver a crecer en lugar de distraerse con otro tipo de luchas”. Eso dice la breve carta de renuncia de Kalanick.
Uber founder Travis Kalanick resigns as CEO after a shareholder revolt made it untenable for him to stay on https://t.co/vxSGPXPqNp
— The New York Times (@nytimes) 21 de junio de 2017
En problemas
Los problemas de Kalanick comenzaron a principios de este año después de que una ex ingeniera de Uber hablara de era acoso sexual en la compañía, abriendo la puerta para más quejas y estimulando investigaciones internas.
Además, Uber ha estado lidiando con un pleito de propiedad intelectual de Waymo, la línea automovilística que opera bajo la matriz de Google, y una investigación federal sobre una herramienta de software que Uber usó para eludir alguna aplicación de la ley.