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Donald Trump generó controversia tras volver a ofrecer hamburguesas a atletas.
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El mandatario y los invitados se reunieron frente a una mesa cubierta de hamburguesas y sándwiches de pollo, mientras que en otra se colocaron paquetes de papas fritas.
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El presidente es un conocido fanático de la comida rápida, pese al consejo de sus médicos de que pierda peso, y suele jactarse del poco ejercicio que practica.
Donald Trump volvió a ubicarse dentro de la conversación tras ofrecer un menú de comida rápida para un grupo de atletas universitarios que visitaba la casa Casa Blanca, un hecho que ya había sido criticado al principio del año.
El mandatario estadounidense recibió a los jugadores del equipo de futbol americano North Dakota State Bison en el comedor de Estado, luego de que coronaran en el campeonato de la Primera división de la liga universitaria.
Easton Stick presented the #45 jersey to President Trump in the State Dining Room followed by a quick lunch. Next stop, the Oval Office! #NDSUinDC pic.twitter.com/qdFVODhEej
— NDSU Football (@NDSUfootball) March 4, 2019
“Podríamos haber tenido chefs”, dijo el presidente a los jugadores y el equipo técnico, pero “los conozco demasiado bien”, manifestó.
El mandatario y los invitados se reunieron frente a una mesa cubierta de hamburguesas y sándwiches de pollo, mientras que en otra se colocaron paquetes de papas fritas.
En enero, Trump había recibido a otro equipo universitario de futbol americano, los Clemson Tigers, con un festín de hamburguesas y pizzas que calificó entonces de “totalmente estadounidense”.
En esa ocasión el argumento fue que el menú elegido era consecuencia de la paralización parcial del gobierno por un conflicto con el Congreso y que Trump lo “había pagado de su bolsillo”.
“Debido a que los demócratas se niegan a negociar sobre la seguridad fronteriza, gran parte del personal de la residencia en la Casa Blanca está suspendido, por lo que el presidente está pagando personalmente el evento para que se sirva de comida rápida favorita”, dijo entonces el secretario de prensa adjunto de la Casa Blanca, Hogan Gidley.
El presidente es un conocido fanático de la comida rápida, pese al consejo de sus médicos de que pierda peso, y suele jactarse del poco ejercicio que practica.
Pese a ese estilo de vida, Trump, de 72 años, tuvo buenos resultados en su revisión anual en febrero y su médico dijo que goza de “muy buena salud”.
Ahora el mandatario justificó la decisión “como una forma de apoyo a las empresas estadounidenses”.