El presidente electo Donald Trump se reunió este lunes con el exvicepresidente y premio Nobel de la Paz, Al Gore, un político demócrata que ha hecho activismo en la lucha contra el cambio climático en Estados Unidos.
“Me pareció una conversación extremadamente interesante y se repetirá, es todo lo que diré”, señaló Gore a periodistas en el la entrada principal de la Torre Trump, sin dar detalles de los temas discutidos.
En principio, Gore iba a reunirse Ivanka Trump, hija del empresario neoyorquino, para hablar sobre temas medioambientales, según fuentes oficiales, pero a la salida dijo que también se había entrevistado con el presidente electo.
“Tuve una prolongada sesión muy productiva con el presidente electo”. Se trató de “una búsqueda sincera de áreas comunes”, agregó.
Al Gore es el político estadounidense más renombrado en la defensa del medio ambiente, fue vicepresidente en el mandato encabezado por Bill Clinton (1993-2001).
Buscó la presidencia de Estados Unidos en el año 2000, pero fue derrotado por el republicano George W. Bush en unos polémicos comicios por la estrecha diferencia entre ambos que derivaron en un recurso ante la Corte Suprema.
Gore confirmó que antes de reunirse con Trump se entrevistó con su hija Ivanka, integrante del comité ejecutivo del Equipo de Transición Presidencial, pero “la mayor parte del tiempo” fue con el presidente electo.
La reunión fue comentada por los medios de comunicación debido a las declaraciones que formaron parte del discurso de campaña del presidente electo sobre que “el cambio climático es un invento de los chinos”.
“El concepto de calentamiento global fue inventado por los chinos para lograr que la industria norteamericana dejara de ser competitiva”, de acuerdo con lo publicado por Trump en su cuenta de Twitter.
En otro momento indicó: “Las turbinas de viento son la peor amenaza contra las águilas calvas y las águilas reales… Lo que dicen los medios sobre el calentamiento global es ficción”, publicó en otra ocasión.
Trump ha prometido dejar la protección del medio ambiente “en manos de los conservacionistas y no de “los activistas radicales que están poniendo a este país es una situación de desventaja”.
El principal “nido” de activistas, a los ojos del nuevo presidente es precisamente la EPA, creada por su predecesor Richard Nixon en 1970 ante la creciente preocupación sobre “el impacto de los humanos en el medio ambiente”.