A partir de la medianoche del viernes entrará en vigor la imposición arancelaria al acero y aluminio por parte de Estados Unidos a México, Canadá así como la Unión Europea; por tal motivo, las reacciones de los diversos gobiernos, industrias y analistas tienen un factor común, el temor a una aparente guerra comercial.
Esto se ve reflejado en el cierre de la jornada bursátil alrededor del mundo, en México, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) finalizó con una pérdida de 0.12 por ciento en relación al día anterior; asimismo, en el viejo continente se desencadenó un cierre negativo, así como en los diversos indicadores del vecino país del norte.
De igual forma, diversos funcionarios manifestaron descontento ante la medida, Estados Unidos “se está dando un balazo en el pie”, declaró el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo en entrevista radiofónica, no fue el único, la agencia calificadora Moody’s señaló que si bien la finalidad de esta decisión es impulsar algunos productos metálicos al interior del país, esto puede dañar la economía estadounidense.
“Es un sinsentido, un golpe a su industria y a su propio mercado” refirió Ramón Beltrán, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Aluminio, en declaraciones para El Financiero; y es que el vecino país del norte compra productos terminados de México ya que no se produce el material primario.
A su vez el Fondo Monterario Internacional (FMI) señaló que para nadie es conveniente una guerra comercial en momentos en el que la economía global presentaba señales de recuperación debido al comercio. “Por primera vez en mucho tiempo, el comercio está creciendo más rápido que el PIB mundial y está extendiendo la recuperación en todo el mundo”, aseguró mediante una misiva.