La comunicación a través de las redes sociales es una tendencia que ha marcado la evolución de los contenidos a nuevas plataformas, en la que hemos encontrado la capacidad de las marcas en generar estrategias que aprovechan las audiencias que se encuentran en estas plataformas.
Proyecciones del Reuters Institute for the Study of Journalism y YouGov colocaron a Brasil, Portugual y España como los países más interesados en consumir noticias a través de redes sociales.
Esta tendencia es una interesante apuesta con que Facebook ha logrado colocarse como la principal plataforma para la obtención de este tipo de contenidos, seguida de YouTube y Twitter, según Pew Research Center.
Con esta apuesta, llamó la atención el curioso lanzamiento de un noticiero a través de Facebook por parte de Donald Trump, conducido por su nuera, Lea Trump.
Las noticias falsas o fake news son un claro ejemplo del peso que tiene el contenido dentro del escenario digital, sobre todo en un momento en que este determina resultados que pueden ser comercializados.
El perfil del lector de noticias falsas tiene un primer dato que ayuda a enmarcarlo y es ofrecido por Stanford University, que descubrió que un 82 por ciento de los estudiantes de preparatoria no sabe distinguir entre un contenido contenido patrocinado y una historia periodística real.
Es importante observar la tendencia de medios y su avance hacia ajustes que buscan certificar la información bajo principios de veracidad e importancia, como apuesta para lograr mayor impacto dentro del mercado informativo digital, lo que implica cambios en los modelos de negocios de portales que encontraron en las noticias falsas una oportunidad.
Abrir la mirada ante este universo planteado, donde el contenido se ha convertido en un voluminoso ente digital, fenómenos como el de fake news nos ayudan a entender la capacidad de una información fuera de contexto, inadecuada, frente a la audiencia incorrecta y sin objetivos claros en los resultados que se pretenden.