El precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con forzar a Apple a fabricar todos sus productos en Estados Unidos, de resultar ganador de las elecciones el próximo noviembre. 

El popular blog de tecnología Gizmodo informó que durante su discurso del pasado lunes en la Liberty University de Virginia, el multimillonario aseguró que obligará a la compañía más redituable de Estados Unidos a modificar toda su cadena de producción, uno de los elementos clave de su éxito.  “Vamos a hacer que Apple fabrique sus malditas computadoras y cosas en este país en lugar de en otros países”, dijo.

No es la primera vez que Trump insiste en que establecerá un impuesto del 35 por ciento a los negocios que fabriquen cualquier tipo de producto fuera de Estados Unidos, aunque al mismo tiempo, se declare defensor del sistema de libre comercio. Al principio de su campaña vociferó en contra de que Ford invirtiera 2 mil 500 millones de dólares en una nueva planta en México, que “se lleva miles de empleos de Estados Unidos”, lanzando por primera vez su famosa amenaza del impuesto del 35 por ciento.

Apple presume, y de hecho etiqueta todos sus productos como “Diseñados por Apple en California”, sin embargo, la mayoría de sus dispositivos son fabricados en Asia. Con excepción de las computadoras Mac Pro, que se producen en Austin, Texas, la compañía subcontrata a otras empresas manufactureras en países como Mongolia, China, Korea y Taiwan para la fabricación de sus pantallas LCD, chips, baterías y memorias. La joya de la corona se la lleva la manufacturera de electrónicos más grande del mundo, la china Foxconn, en donde son armados el 85 por ciento de los iPhones, de acuerdo con cifras de FinancesOnline.

Foxconn también es la fábrica preferida por otras gigantes transnacionales como Google, Amazon o Microsoft para la producción y ensamblaje de sus productos, por lo que se trata de la décima mayor empleadora en el mundo. De acuerdo con el Foro Económico Mundial, la compañía da trabajo a un millón 200 mil personas. 

FFEl de Trump es un argumento débil, ya que, como señala Gizmodo “El presidente de los Estados Unidos no tiene el poder de prohibir a una compañía contratar servicios por outsourcing, ni tampoco tiene el poder de alterar la economía global”. Si bien podría diseñar leyes que penalizaran la producción en otros países, esto atentaría contra los pilares del libre mercado en los que descansa la economía del país vecino.

La razón fundamental por la que Apple fabrica en otros países es que de esta manera maximiza sus ganancias ya que los costos de mano de obra y producción son mucho más baratos en Asia como en otros países en desarrollo -la misma razón por la que gran parte de la industria automotriz elige a México para fabricar vehículos-, pero además, China cuenta con enormes cadenas de producción contra las cuales Estados Unidos no puede competir.