SuscrĆ­bete a Merca2.0. Haz clic aquĆ­

Trump: El poder del propĆ³sito compartido

Uno es alto y el otro tirando a retacĆ³n. Uno, con piel casi naranja y el otro ya vino bronceado. Uno es rubio y el otro tiene pelo azabache. Sin bien son polos opuestos y a ninguno le gustarĆ­a verse reflejado en el otro, el presidente electo de los Estados Unidos y Diego Maradona son parecidos. Aman la provocaciĆ³n. Los dos saben el poder que tiene esa arma y la disparan como si de eso dependiera su existencia.

Uno es alto y el otro tirando a retacĆ³n. Uno, con piel casi naranja y el otro ya vino bronceado. Uno es rubio y el otro tiene pelo azabache. Sin bien son polos opuestos y a ninguno le gustarĆ­a verse reflejado en el otro, el presidente electo de los Estados Unidos y Diego Maradona son parecidos. Aman la provocaciĆ³n. Los dos saben el poder que tiene esa arma y la disparan como si de eso dependiera su existencia.

El ex astro del fĆŗtbol mundial provoca todo el tiempo sin saber por quĆ© ni para quĆ©. Tiene una fascinaciĆ³n por estar muy presente en su paĆ­s, aunque vive en Dubai. La provocaciĆ³n lo pone en los titulares y en las redes sociales, pero sin ningĆŗn beneficio; todo lo contrario: los auspiciantes no quieren vincularse con Ć©l y a la FIFA le da terror cada vez que dice que se quiere acercar a ellos. Donald Trump, en cambio, provocĆ³ siempre, pero este Ćŗltimo aƱo y medio lo hizo con un objetivo claro: convertirse en el hombre mĆ”s poderoso de la tierra. Y tan mal no le fue.

Los medios se sienten responsables y llaman a un mea culpa. Le dieron espacio a cada una de las provocaciones de Trump y las acrecentaron en paneles y discusiones. La elecciĆ³n presidencial del 2016 era un ā€œGran Hermanoā€, pero en todos los canales. Pero lo que era gracioso y subĆ­a los ratings y las ventas publicitarias terminĆ³ llevĆ”ndolos a replantearse la profesiĆ³n y su responsabilidad con los ciudadanos.

El paĆ­s en general, pero tambiĆ©n los dos partidos polĆ­ticos se estĆ”n preguntando, ĀæcĆ³mo ganĆ³ Trump?

GanĆ³ porque, entre otras cosas, logrĆ³ usar la confrontaciĆ³n y su peculiar figura para generar atracciĆ³n, pero en vez de quedarse, como Maradona, en el conflicto, lo conectĆ³ con un propĆ³sito compartido.

ā€œMake America Great Againā€ (Hagamos que AmĆ©rica sea grande otra vez), decĆ­a el magnate, y vinculaba toda su propuesta a ese propĆ³sito, bien coordinado con su campaƱa, que invirtiĆ³ apenas un tercio de lo que gastaron los vencidos. Un interĆ©s comĆŗn de alto nivel con el que muchos estĆ”n de acuerdo, sobre todo en el mundo de hoy.

El propĆ³sito compartido es un concepto nuevo e indispensable para producir engagement y Trump es la prueba viviente de su efectividad. ā€œMake America Great Againā€ conectĆ³ maravillosamente con millones de votantes, porque hablaba de un anhelo que les era propio. Con su propĆ³sito compartido, Trump abrazĆ³ a muchos a pesar de que su vida pasa muy lejos de la realidad de los habitantes de los pequeƱos pueblos que hacĆ­an colas de varias horas para verlo como si fuera una estrella de rock.

Esa invitaciĆ³n a construir un nuevo paĆ­s es un propĆ³sito de alto nivel en el que millones convergen – un propĆ³sito compartido. ĀæCuĆ”ntos en este paĆ­s quieren que Estados Unidos sea protagonista y vivir mejor en un lugar parecido a Disneyworld, como propone Donald Trump? Millones. Por eso, entre otras cosas, ganĆ³.

En cambio, Hillary Clinton y su campaƱa usaron el mĆ©todo publicitario antiguo basado en un mensaje que se repite hasta el cansancio. Este mensaje decĆ­a ā€œStronger Togetherā€ (Juntos somos mĆ”s fuertes) y alternaba con otro que simplemente seƱalaba ā€œIā€™m with Herā€ (Estoy con ella), buscando generar conexiĆ³n sin ningĆŗn Ć©xito.

Estos slogans publicitarios fueron creados para un mundo que no existe mĆ”s, un mundo donde habĆ­a que persuadir a travĆ©s de la repeticiĆ³n en la era de la supremacĆ­a mediĆ”tica. Hoy, en cualquier actividad que uno se proponga hay que generar engagement.

Trump, ademĆ”s de presentar un interĆ©s comĆŗn o propĆ³sito compartido, fue autĆ©ntico. Mostrarse como es generĆ³ un engagement genuino, a pesar de que todo el oro que lo rodea y su narcisismo desmedido lo separan de las masas que lo votaron en todos los centros urbanos de menos de 100 mil personas. Ser autĆ©ntico y tener un propĆ³sito compartido fue su fĆ³rmula.

Trump tambiĆ©n entendiĆ³ que vivimos en medio de conversaciones, no monĆ³logos, y que la sociedad ya no permite que le taladren el cerebro con lo que no quiere.

Los que desestiman a Trump por populista se quedan en este concepto y no ven el bosque. Hizo todo lo que no hay que hacer, pero conectĆ³ y fue autĆ©ntico. AplicĆ³ dos normas nuevas y altamente letales, y sumergiĆ³ a los demĆ³cratas en una humillante pero no tan inexplicable derrota.

Esta semana un dirigente republicano me decĆ­a: hasta hace un mes y medio, el Partido Republicano estaba en terapia intensiva, estĆ”bamos todos peleados y divididos. Ahora, este hombre nos uniĆ³ y nos estĆ” haciendo caminar a todos en fila, detrĆ”s de su propĆ³sito.

Un final de pelĆ­cula que se dio en la vida real.

ColaboraciĆ³n especial por: Por Sergio Roitberg

ObtƩn un mƩs gratis a Merca2.0 premium

Cancela en cualquier momento
Acceso exclusivo a rankings y radiografĆ­as.
AnƔlisis profundos y casos de estudio de Ʃxito.
Historial de la revista impresa en formato digital.

Ā”Disfruta de lo mejor del marketing sin costo alguno por un mes!

MĆ”s de 150,000 mercadĆ³logos inscritos en nuestros boletĆ­n de noticias diarias.

Premium

Populares

ƚnete a mĆ”s de 150,000 lectores

Regƭstrate a nuestro newsletter en la siguiente forma y recibe a primera hora las noticias mƔs importantes de mercadotecnia, publicidad y medios en tu correo.

MƔs de Merca2.0

ArtĆ­culos relacionados

You don't have credit card details available. You will be redirected to update payment method page. Click OK to continue.